El Ayuntamiento de Valencia trabaja en la regulación del negocio de los apartamentos turísticos, y exige al gobierno central el impulso de una reforma de la Ley de Haciendas Locales que, entre otras, facilite a los municipios controlar los inmuebles en manos de empresas que se dedican a este negocio. Así, el alcalde Joan Ribó estudia como grabar fiscalmente a las grandes empresas que los explotan y, con su negocio, “generan el incremento de los precios de los alquileres en determinados barrios, y algunos problemas de convivencia con los vecinos y vecinas”.

Estas han sido las declaraciones del alcalde ante las preguntas de los periodistas, en el marco de la celebración del Día del Comercio Justo. Joan Ribó ha pedido al gobierno central que impulse un mayor margen de autonomía para las Administraciones Locales para elevar el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) de los apartamentos que las grandes empresas explotan como alojamientos turísticos.

“No se trata de prohibir taxativamente, pero sí que queremos adaptar esta actividad a una normativa y poner algunas limitaciones”, ha aclarado el alcalde, quien ha lamentado que algunos grupos de inversión “están generando una burbuja en el mercado de los alquileres, con el consecuente perjuicio para los valencianos y valencianas que tienen que huir de sus barrios (cómo por ejemplo El Carme o Russafa) por el incremento de los precios de los arrendamientos”.

“Las empresas que viven de este negocio tienen que cotizar fiscalmente como lo hace cualquier actividad económica”, ha concluido el alcalde, quien también se ha hecho eco del gasto del Ayuntamiento, que tiene que invertir más para garantizar la limpieza de las zonas donde proliferan los apartamentos turísticos, así como del trabajo desarrollado para conciliar el derecho de descanso del vecindario con esta actividad económica.

El alcalde ha querido diferenciar entre los particulares que, de manera esporádica, pueden alquilar su vivienda para estancias cortas, y los fondos inversores o grandes empresas que tienen como finalidad “puramente lucrativa” la reconversión de viviendas en apartamentos turísticos. Además, ha dicho Ribó, “supone un agravio comparativo respecto del resto de empresas que contribuyen como negocios”.