“Los grandes ejes de la política de movilidad que estamos aplicando en València han de contribuir a mejorar la calidad del aire que respiran nuestros vecinos y vecinas. Aquí estaba todo por hacer, pero ya podemos decir que Valencia camina, por fin, hacia la movilidad sostenible”. El alcalde, Joan Ribó, ha intervenido hoy en el acto «Movilidad Sostenible y Calidad del Aire en València y ámbito metropolitano», y ha defendido las políticas de movilidad del gobierno municipal, que otorgan prioridad a los peatones y al transporte público.

Acompañado de la concejala de Medio Ambiente, Pilar Soriano, y el concejal de Movilidad Sostenible, Giuseppe Grezzi, el alcalde ha recordado que, en una ciudad grande como València, la movilidad tiene unos efectos inmediatos sobre la calidad del aire y sobre la calidad de vida. “Y, precisamente, mirando por las personas, el Govern de la Nau entiende la movilidad de una manera diferenciada a la que se ha venido practicando hasta ahora, e invirtiendo el antiguo orden de prioridades: primero caminar, después en bicicleta y con transporte público y, en último lugar, con transporte privado (moto o coche)”. Así lo ha explicado en el acto organizado por Valencia Plaza.

Joan Ribó ha recordado que “el modelo de movilidad urbana impulsado hasta hace poco tiempo era insostenible, tanto por el mal uso de un recurso escaso como el espacio público (cada vez más para los vehículos privados) como por la grave contaminación que esto comportaba”. Pese a las adhesiones a compromisos estatales e internacionales o, incluso, a la elaboración de un Plan de Movilidad Urbana Sostenible, PMUS, “el gobierno anterior, en un ejercicio que se podría denominar de “trumpismo” (en referencia a Donald Trump), no dio un solo paso para cumplir sus compromisos por la sostenibilidad y guardó su PMUS en un cajón. Y ahí nos lo encontramos nosotros al llegar a la Alcaldía”.

Con dicho documento como base, el gobierno actual está impulsando su “camino hacia la sostenibilidad, principalmente pensando en el bienestar de toda la ciudadanía, porque nosotros –ha afirmado el alcalde– sí creemos en el modelo de ciudad a escala humana, sostenible y libre de contaminación y accidentes que se está impulsando también en las principales ciudades del mundo”.

Ribó ha expuesto los tres ejes sobre los que se está llevando a cabo esta estrategia de movilidad sostenible: recuperar el espacio para la ciudadanía, reforzar el transporte público en la ciudad y área metropolitana, y favorecer los medios de movilidad sostenible, como la bicicleta.

En el caso de la recuperación de los espacios ciudadanos, el alcalde ha subrayado medidas como la ampliación de aceras, la creación y desplazamiento de pasos de viandantes, la limitación de la velocidad máxima en el centro de la ciudad a 30 km/h, implementada posteriormente en otras zonas como el frente marítimo en el Cabanyal, en el Canyamelar y a La Malvarrosa, y en los pueblos de Valencia como Carpesa. “Se habla mucho de que estamos atendiendo a la movilidad en bici, pero la verdad –ha afirmado el alcalde– es que la prioridad absoluta del gobierno municipal es la movilidad para viandantes”.

En parecidos términos se ha expresado el concejal de Movilidad Sostenible, Giuseppe Grezzi, quien se ha referido al refuerzo de la EMT, “que también se había ido deteriorando gradualmente en las últimas décadas, y que ahora ha recuperado otra vez el empuje y está aumentando en número de personas usuarias”. De hecho, ha recordado el edil, se han comprado 78 autobuses en dos años, y por primera vez, 2 de éstos, eléctricos. “Y hay que tener en cuenta que no se hacía inversión en nuevos vehículos desde el año 2012”. El resultado es que la EMT ha sido la empresa pública de transporte que más subió en 2016 en toda España: un 6,1% (la media estatal fue del 3%). Entre los hitos que han favorecido estos resultados, Grezzi ha citado el bono social de 10€/año para personas que lo necesitan, el acceso gratuito para todos los menores de diez años, la rebaja de 5 euros del bono para estudiantes….

Y, de manera paralela, ha continuado el primer edil, se ha trabajado pensando también “en las decenas de miles de coches que todos los días entran o salen hacia la zona metropolitana”. “Por esto hemos establecido líneas de cooperación con la Conselleria de Vertebración del Territorio, encaminadas tanto a que la EMT pueda llegar a pueblos del entorno a Valencia y, como a la unificación de tarifas entre EMT, Ferrocarrils de la Generalitat y transporte metropolitano”. “Hemos trabajado conjuntamente con la Conselleria en la creación de la Autoridad de Transporte Metropolitano, que lamentablemente fue disuelta hace unos años por el anterior gobierno de la Generalitat . Por ello, València debería volver a tener un contrato programa con el Estado como tienen las grandes ciudades españolas. Los valencianos y las valencianas hemos perdido ya 300 millones de euros para la financiación del transporte público metropolitano en todos estos años. Ahora trabajamos para recuperarlo”.

“Pero parece que desde el gobierno central no nos lo pondrán fácil”, ha lamentado el alcalde, quien ha recordado que los Presupuestos Generales del Estado de 2017 repartirán 126 millones de euros para el transporte en Madrid; 108 millones en Barcelona; y 25 en las Islas Canarias. “Y València, cero euros. Por ello, desde el Ayuntamiento estamos batallando para que el área metropolitana de València reciba los 40 millones de euros que nos toca por población en este 2017”.

Como tercer eje de acción, el alcalde se ha referido a la potenciación de los medios de movilidad sostenible, como la bicicleta, para los cuales se están creando infraestructuras segregadas y seguras. De hecho, por primera vez ha repuntado el número de abonados al servicio público de bicicletas, Valenbisi, que llevaba en un descenso continuado desde su primer año de funcionamiento.

El alcalde ha citado otras actuaciones, como la conexión de carriles-bici (Pont de Fusta con el centro, o puente de las Flores), la ampliación de la red (con el anillo central de la ciudad, el carril-bici a Malilla, o Benimaclet, entre otros); o los más de 20 nuevos kilómetros de carril-bici de calidad (que quepan dos bicis en cada dirección y conexiones razonables). Se calcula que no menos de 8.000 personas que se desplazan en bici, utilizan cada día el anillo ciclista.

La concejala de Medio Ambiente, Pilar Soriano, ha subrayado el esfuerzo realizado desde el Ayuntamiento para reducir los gases de efecto invernadero y para garantizar que el nivel de calidad del aire es satisfactorio para las personas. València trabaja para no tener niveles de contaminación elevados, pero tal como ha recordado la concejala, el Ayuntamiento dispone de un protocolo específico por si se produjera esa contingencia.

Al término de la sesión, el alcalde ha atendido a los periodistas, a quienes ha recordado que el Gobierno anterior firmó un protocolo para reducir los gases de efecto invernadero un 20% en València, con horizonte en el año 2020. “Pero no se hizo nada en esta dirección, y la prueba es que el PMUS lo hemos tenido que poner en marcha nosotros. Nuestro objetivo es reducir las emisiones en un 40% en el año 2030”. “Hemos de trabajar en la movilidad, es el gran reto, porque el cambio climático no es algo que vendrá, sino algo que ya tenemos”, ha concluido Joan Ribó.