El concejal de Movilidad Sostenible del Ayuntamiento de València, Giuseppe Grezzi, ha anunciado que ya está en funcionamiento el nuevo radar instalado en la avenida de Pérez Galdós con el objetivo de pacificar la circulación en uno de los ejes con más tráfico rodado de la ciudad, el que conforman esta avenida y la de Giorgeta. Precisamente en este entorno, el consistorio también ha modificado la coordinación semafórica para incidir en una necesidad reivindicada durante mucho tiempo por el vecindario de la zona, la de calmar el tráfico y aumentar la seguridad vial. De hecho, es una petición expresa del colectivo Fora Túnel de Pérez Galdós y, además, forma parte del decálogo de medidas a que se comprometió la Concejalía para “humanizar la avenida”.

Grezzi ha explicado que “es importante escuchar las reivindicaciones vecinales y trabajar para darles respuesta” y ha destacado que “la pacificación del tráfico es, además, una apuesta estratégica del Govern de la Nau para poder conseguir un nuevo modelo de movilidad sostenible en toda la ciudad, incluido un eje tan transitado como el de las avenidas de Pérez Galdós y Giorgeta”.

Con el objetivo de calmar el tráfico en este punto de la ciudad desde el pasado mes de julio se ha comenzado una actuación municipal que empezó, después de meses de estudios realizados por el Centro de Gestión de Tráfico, con la modificación de la coordinación semafórica, una medida que se ha aplicado con éxito en varias vías de la ciudad en horario nocturno.

Grezzi ha explicado que los vehículos motorizados ahora se ven obligados a realizar entre 12 y 22 segundos más de parada en semáforos en horario nocturno; de uno a cuatro segundos más, en horario diurno, y de 6 a 12 segundos más en horas punta diurnas. “Con este pequeño incremento del tiempo de recorrido del eje, casi imperceptible para las personas conductoras, hemos reducido la velocidad máxima en este eje viario entre 9 y 17 kilómetros por hora y, ahora, en ningún momento del día se superan los 50 km/h, que es el máximo permitido dentro de ciudad”. Estos datos son especialmente importantes atendiendo a la información de la Dirección General de Tráfico, que indica que en un atropello a 64 km/h el 85 % de los peatones muere; a 40 km/h el porcentaje es del 45 %, mientras que el 50 % queda herido; a 30 km/h el 5 % de los peatones muere, el 65 % resulta herido y el 30 por ciento sale ileso. “Es evidente, y los datos lo corroboran, que pacificar el tráfico no solo redunda en una mayor sostenibilidad en la movilidad urbana sino que también contribuye drásticamente a mejorar la seguridad vial”, ha explicado Grezzi.

A la modificación de la coordinación semafórica la Concejalía de Movilidad Sostenible ha sumado ahora la instalación de un radar a la avenida de Pérez Galdós, a su paso por la calle del Mestre Guerrero. Otro estudio realizado por el Centro de Gestión de Tránsito del Ayuntamiento de Valencia indica que es en este punto, a la salida del paso inferior de la avenida en dirección hacia Campanario, donde se registra un mayor incremento de la velocidad por parte de los vehículos motorizados.

“Con la colocación de este radar queremos concienciar sobre seguridad vial, recordar la velocidad máxima permitida y a la vez indicar la velocidad real a que circulan los vehículos”, ha destacado Grezzi. Este tipo de radares tiene una aplicación interesante en las zonas especialmente sensibles, ya sea por la proximidad a los centros escolares o en áreas muy transitadas, dos condiciones que en este caso se cumplen.

En la ciudad de València hay otros dos radares de este tipo: uno, en la Ronda Norte; el otro, en la Ronda Sur. La novedad del nuevo radar es que pasa del color verde al rojo cuando la velocidad a que circula un vehículo sobrepasa la permitida, los 50 km/h. De esta forma la llamada de atención a los conductores es mucho más clara.