El alcalde de València, Joan Ribó, ha participado esta mañana en la apertura de la asamblea de delegados y delegadas del sindicato CCOO, donde ha abogado por “recuperar la agenda social y laboral, y trabajar por un nuevo marco adaptado a las necesidades de un mercado globalizado que ha ido, muy a menudo, en detrimento de las conquistas sociales que tanto de esfuerzo y sacrificio costaron”.

Ribó ha defendido la necesidad de trabajar en este sentido, especialmente por los efectos de “una crisis provocada en parte por los que tienen más, pero que se encarnizó en los sectores más vulnerables de nuestra sociedad”. La asamblea ha contado con la presencia, por primera vez en València, del secretario general del sindicato, Unai Sordo, a quien el alcalde ha dado la bienvenida a la ciudad.

Ribó ha denunciado cómo los últimos años han registrado numerosos casos de desregularización y de pérdida de derechos laborales y capacidad adquisitiva de los trabajadores y las trabajadoras. Y en este contexto, se ha referido también a la pérdida de dotaciones e infraestructuras sociales necesarias en València y en la Comunidad Valenciana. “He repetido en innumerables ocasiones que no queremos ser más que nadie, pero tampoco menos –ha afirmado Ribó- pero la experiencia muestra que el gobierno estatal no actúa con la equidad con la que debería hacerlo y que corresponde a una administración de todos.

Como ejemplos se ha referido, “entre los muchos posibles, a dos: la falta de subvención al transporte metropolitano de València, en claro agravio comparativo con otros lugares del Estado, y la reiterada discriminación en las cuentas del Estado a la hora negar en València unas infraestructuras ferroviarias indispensables, que en otros lugares se han emprendido ya con cargo a los Presupuestos Generales del Estado”.

Por ello, ha agradecido al colectivo sindical la participación “en una movilización tan necesaria como ineludible para lograr que los valencianos tengamos la financiación que por justicia nos corresponde, y se puedan acometer las infraestructuras que necesitamos para mejorar nuestro bienestar y calidad de vida, para ser competitivos y asumir los nuevos retos de innovación y modernización que ya condicionan el mercado laboral”.

“La infrafinanciación –ha concluido Joan Ribó- ahoga la economía valenciana y repercute en el mercado laboral. Es una intolerable manifestación de injusticia social que genera desequilibrios y es germen de frustraciones que no podemos ni debemos consentir. Una financiación justa es imprescindible cuando se aspira a una sociedad más justa”.