2017 ha sido un buen año para los monumentos y los museos municipales, que han recibido un total de 1.260.180 visitas, una cifra récord que supone a la vez un incremento de visitas respecto al año anterior de un 15,12 %. La concejala del Área de Cultura del Ayuntamiento de València, Glòria Tello, ha destacado las políticas municipales que permiten poner en valor estos “espacios de referencia en nuestra ciudad”.

La Lonja, que continúa siendo el monumento más visitado de la ciudad, también ha visto incrementada la cifra de visitas, que ha sido de 562.859, un 11,84 por ciento más que en todo el año 2016. En segundo lugar se mantienen las Torres de Serranos, que por primera vez sobrepasan las 200.000 visitas al haber recibido un 28,36 por ciento más de personas que en el año anterior llegando así a las 226.211 visitas.

Entre los datos del año que acaba de finalizar también destacan los aumentos de visitas en las Torres de Quart (un 24,21 % más para llegar a las 71.475 visitas), a la Casa-Museo de Blasco Ibáñez (+30,83 % al recibir durante el año del 150 aniversario del nacimiento del escritor un total de 15.350 personas) y el Cervelló, que es el espacio con un incremento mayor de visitas (un 33,25 por ciento, al pasar de las 7.312 de 2016 a las 9.755 del año pasado), gracias a la política de visibilización de este espacio y las iniciativas de acciones expositivas específicas.

Entre los espacios protagonistas de 2017 está el refugio antiaéreo de la Casa Consistorial, abierto al público el pasado mes de marzo. Por él ya han pasado 8.249 personas a pesar de disponer de un horario restringido de acceso.

El Museo Histórico continúa siendo el tercer espacio más visitado, con 103.579 visitas en 2017, y la Almoina es el cuarto, con 79.872, cerca de un 17 por ciento más que en 2016. También han incrementado en el último año la cifra de visitantes los Museos de Ciencias Naturales, el Almudín, el Museo de Historia, la cripta de San Vicente, el Museo de la Ciudad, la Casa-Museo Benlliure, las Atarazanas, la Casa Museo Concha Piquer y la sala de exposiciones de Arquebisbe Mayoral.