La modificación de las fases semafóricas, llevada a cabo por el Centro de Gestión de Tráfico del Ayuntamiento de València, mejora la seguridad vial en los giros desde la avenida de Balears con Eduard Boscà y de la Albereda con el puente de Àngel Custodi. Así mismo, Tráfico ha aumentado el tiempo de verde peatonal en Camí Nou de Picanya, una petición ciudadana para mejorar la seguridad.

Los cambios en los cruces han consistido en establecer un tiempo de rojo para los vehículos que acceden, tanto desde avenida de Balears como desde la Albereda, antes de que el semáforo pase a amarillo intermitente, todo esto mientras se mantiene el verde de paso para transeúntes y ciclistas. Se trata de la llamada ‘protección mixta’ y que en los últimos meses ha reducido la peligrosidad de los diferentes cruces donde se ha implantadom, como en plaza Saragossa. Hasta el momento la obligación del tráfico a motor de pararse mientras cruzaban peatones y ciclistas era inexistente, ya que se mantenía el amarillo intermitente durante toda la fase.

Además, se ha reforzado con pintura roja la visibilidad de los carriles bici en las intersecciones. Así, para mejorar la seguridad de los cruces se han pintado líneas de parada sobre la calzada y se ha reforzado con pintura roja el carril bici en los tramos donde los vehículos se incorporan desde la rotonda a las diversas vías adyacentes: puente de Àngel Custodi, Albereda y Eduard Boscà.

CAMÍ NOU DE PICANYA

El cambio de programación semafórica establecido por el Centro de Gestión de Tráfico (CGT) incrementa el tiempo de verde en los pasos de peatones de Camí Nou de Picanya a la altura de la avenida de Tres Creus, concretamente tres segundos en el sentido de entrada y doce segundos en el de salida.

La modificación ha supuesto una mejora de la seguridad en este tramo, donde muchos transeúntes se veían obligados a esperar en la mediana central, entre los dos sentidos de circulación, al no disponer del tiempo suficiente para cruzar la vía en su totalidad. Además, en esta vía se ubica una concurrida zona con establecimientos comerciales y de restauración, por lo que la afluencia de peatones es constante.

La inseguridad también se incrementaba al ser una vía de salida de los vehículos hacia la CV-36 y la V-30 y registraba, por lo tanto, mucho movimiento de tránsito rodado. Esto es lo que había suscitado algunas de las peticiones ciudadanas al mismo CGT para encontrar una solución.