Entre otras medidas, proponemos aumentar la frecuencia de la línea de metro, mejorar el acceso de líneas de EMT en la zona, potenciar las vías ciclistas y estimular los desplazamientos a pie.
El nuevo complejo de trabajo de la Generalitat Valenciana acaba de empezar a recibir a los primeros trabajadores. Un cambio muy importante para la Ciudad de València, que verá como en un espacio físico reducido – lo que ocupaba la antigua cárcel modelo de València – se concentrarán más de 4.000 funcionarios. Estas miles de personas tienen que desplazarse de alguna manera para llegar a su centro de trabajo. Para Joan Ribó, portavoz de Compromís «Por desgracia, desde el Partido Popular hasta ahora sólo hemos oído hablar de crear plazas de aparcamiento o de zonas azules, como si sólo existiera la posibilidad de ir en coche a trabajar», que ha añadido «De hecho, la EMT acaba de suprimir la línea 7 que daba servicio al barrio de Nou Moles y por tanto, a este complejo de trabajo. En lugar de ir hacia un modelo sostenible, dan pasos atrás. Un despropósito».
Desde Compromís hemos presentado una moción a la comisión de urbanismo para que el Ayuntamiento elabore un plan de movilidad para la que será, sin duda, una de las mayores concentraciones de trabajadores de toda la ciudad de València, que contemple como primer paso conocer los hábitos y nuevas necesidades de movilidad de los trabajadores del nuevo centro de trabajo. «Sin conocer esta información básica no se puede planificar adecuadamente nada», añadió el portavoz de la coalición de izquierdas, ecologista y valencianista.
En todo caso, desde Compromís pensamos que se debe fomentar hábitos de movilidad sostenible para acceder al puesto de trabajo y más en este caso, ya que si no, la concentración de coches en las horas de entrada y salida del complejo provocará grandes embotellamientos. «Por este motivo, este plan de movilidad debe priorizar el uso de los autobuses de la EMT, posiblemente el aumento de las frecuencias de la línea de metro que da servicio, así como la planificación adecuada de las posibilidades de acceder en bici y a pie, mediante vías ciclistas seguras e itinerarios a pie planificados», ha declarado Joan Ribó, quien ha añadido «Un plan que además, está obligado por la Ley de Movilidad aprobada en 2011, que en su artículo 12 exige la adopción de planes de movilidad específicos para nuevas implantaciones, como son aquellos usos, servicios o unidades residenciales relevantes con su capacidad en la generación o atracción de demanda de desplazamientos».
Por lo tanto, sobran excusas y faltan ganas de trabajar por una movilidad con sentido común, es decir, una movilidad que reduzca el uso del coche.