Joan Ribó, portavoz de Compromís ha presentado hoy una batería de preguntas al Pleno del Ayuntamiento tras conocer a través de las redes sociales que el coche oficial de la alcaldesa Rita Barberá estaba aparcado el pasado día 27 de enero en el carril-bus de la calle Colón ante la plaza de los Pinazo impidiendo, o al menos dificultando, la movilidad de los autobuses de transporte público.
Compromís ha denunciado que no es la primera vez que coches oficiales del Ayuntamiento incumplen las normas de circulación que cualquier valenciano debe cumplir bajo pena de una sanción económica. Pero a pesar de nuestras continuas denuncias continúan produciéndose estos hechos.
A ese respecto, la ordenanza de circulación es muy clara, ya que en su artículo 53 expone:
«Se prohíben las paradas en los casos y lugares siguientes:
11. En los carriles reservados al uso exclusivo del transporte público urbano o en los reservados para bicicletas.
12. En las zonas destinadas para estacionamiento y parada de uso exclusivo para el transporte público urbano«
Desde Compromís desconocemos si la Sra. Alcaldesa tiene un permiso especial para aparcar donde ella crea conveniente pero, si existe, es un permiso que no es público y que en ese caso, habría que hacerlo explícito.
Desde Compromís lamentamos este tipo de actitudes que no son precisamente ni ejemplares ni edificantes. Generan una sensación de impunidad a cualquier norma de circulación que sin duda colabora poderosamente al deficiente respeto que se tiene a las normas de circulación en Valencia.
En este sentido, Ribó ha declarado: «No llegamos a entender por qué si el resto no lo podemos hacer, la alcaldesa sí que se lo puede permitir. Hechos como estos demuestran que todos no somos iguales ante la ley. Y como estamos frontalmente en contra de esta concepción le hemos preguntado a la alcaldesa si su actitud ha sido sancionada, sabiendo que no ha sido así, pero hacemos la pregunta porque tenemos la convicción de que cualquier persona debe cumplir las normas, y si no lo hace debe ser sancionada en igualdad de condiciones”.
Además, desde Compromís, pensamos que este hecho tiene una importancia simbólica que cabe resaltar: Supone una forma de gestionar un cargo público al que se ha accedido democráticamente con un talante que dista de las prácticas democráticas y que recuerda más comportamientos anteriores que al del actual periodo democrático.
Escucha el audio: Joan Ribó