Esta mañana se ha celebrado el Debate sobre el Estado de la Ciudad, en que el portavoz de Compromís, Joan Ribó, ha incidido sobre el abandono económico, cultural, de infraestructuras y de limpieza de la ciudad. Unos aspectos que ha detallado, y en los cuales se aplicará el nuevo equipo de gobierno a partir de mayo del 2015. Mientras tanto, lo único que le hace falta a Valencia se lo ha dicho esta mañana Ribó a la alcaldesa: «Váyase, señora Barberà!«.
El Debate se ha convocado por primera vez en veinte años a petición de la propia alcaldía. Según Joan Ribó, “una muestra más del estado de nerviosismo de la alcaldesa ante las encuestas que pronostican su estrepitoso fracaso electoral”. Una vez más, Barberà no ha participado del debate que ella misma convocaba.
Esta mañana se ha celebrado el Debate sobre el Estado de la Ciudad, una cita convocada por primera vez en más de 20 años por la misma alcaldía. Sin embargo, no ha sido la alcaldesa Rita Barberà quién ha defendido su propia gestión, sino que lo ha hecho otro regidor. Para el portavoz de Compromís en el Ayuntamiento de Valencia, Joan Ribó, “es una muestra más del estado de nerviosismo de la alcaldesa ante las encuestas que pronostican su estrepitoso fracaso electoral”.
Desde Compromís, se ha hecho un repaso al estado de abandono en que se encuentra la ciudad. Como ha dicho Ribó, esta es la legislatura del pago de deudas, con “una política en la que se ha pensado más en satisfacer los intereses y los negocios de la gran banca que en resolver los problemas de las personas”, y en que el principal problema es el derroche del actual equipo de gobierno. Así, el portavoz de Compromís ha detallado las multimillonarias –e innecesarias- obras en la dársena por la Copa América, el derroche en la visita del Papa, en la Feria de Muestras, continuando con los derribos del Cabanyal, o con la Fórmula 1 y los viajes de la alcaldesa a Londres para reunirse con Ecclestone, “unos viajes por los cuales tendría que volver el dinero, señora Barberà” ha lanzado Joan Ribó a la alcaldesa.
El derroche del dinero público, ha denunciado el portavoz de Compromís, ha tenido como consecuencia más inmediata la falta de inversión en la ciudad, que se ha agravado con la nula capacidad de la alcaldía para reclamar una financiación justa en los Presupuestos Generales del Estado. La alcaldesa, ha afirmado Ribó, “es muy libre de entrevistarse con el señor Rajoy. Pero podía haber dedicado una parte del tiempo a mejorar la situación de las inversiones estatales en Valencia”.
Ribó ha insistido que el derroche, el autoritarismo y la carencia de participación del actual equipo de gobierno cambiarán a partir de mayo de 2015. Así, ha reclamado una mayor presencia de las entidades ciudadanas, también en el caso de las fallas, y ha pedido a la alcaldesa que tenga sensibilidad con la lengua propia de los valencianos y lo use, “aunque sea de vez en cuando”.
El portavoz de Compromís ha puesto la mirada sobre los déficits de la ciudad que tendrán que ser resueltos con un cambio de gobierno: la suciedad que actualmente acumulan los barrios, las situaciones de pobreza sólo atendidas con caridad, los casos de racismo y xenofobia que el PP no trata, el abandono de las pedanías, el mal estado de las infraestructuras viarias o la mala planificación turística que sufre actualmente Valencia: “una ciudad parada, llena de proyectos sin acabar, de obras a mediados de hacer y de restos de delirios de grandeza de sus dirigentes”, como el parking del Mercado Central, la Línea 2 del Metro, el Parque Central, el proyecto de nuevo campo de fútbol, la hipotética zona deportiva que tenía que instalarse en Nou Moles, el centro de mayores de Montolivet, la biblioteca de Vivers que está por abrir, y un largo etcétera.
Por todo esto, el portavoz de Compromís en el Ayuntamiento de Valencia, Joan Ribó, le ha pedido claramente a la actual alcaldesa que se vaya: “Hay que cambiar y rectificar con urgencia las actuales formas de gobernar que Barberà representa. Formas antiguas, autoritarias, sin perspectiva ni ilusión. No continúe con lo de siempre: ¡váyase, señora Barberà!”.