La Concejalía de Bienestar animal ha hecho una captura puntual de palomas en Valencia con el objetivo de repoblar los palomares ecológicos urbanos ubicados en nuevo parques de la ciudad. De esta manera, el consistorio podrá realizar un mayor control de estas aves y gestionar su población de forma ética, evitando su sacrificio.
Las capturas forman parte de un proyecto de gestión de las palomas urbanas que la Concejalía de Bienestar animal ha puesto en marcha en colaboración con la entidad protectora de animales “Nuestras amigas las Palomas”, que agrupa para este proyecto varias asociaciones interesadas en la protección de las palomas.
El proyecto empezó con la reparación y acondicionamiento de los nuevos palomares ubicados en los parques de la Ciutat (Cabecera, Polifilio, Benicalap, Orriols, Marxalenes, La Rambleta, Nazaret,Viveros y Parque del Oeste) para posteriormente reubicar en ellos las palomas capturadas.
En esta primera fase se han capturado un total de 210 palomas que serán primeramente trasladadas al centro de Avifauna Municipal de Nazaret donde se tratarán todas aquellas aves que presentan alguna enfermedad y seleccionarán las parejas de aves más adecuadas para ser ubicadas en los palomares, a razón de 30 aves por palomar.
“Para este proyecto de puesta en marcha de los palomares ecológicos hemos querido contar con las entidades que trabajan por el bienestar de las palomas, porque es importante contemplar esa sensibilidad, también para aprovechar su experiencia, y porque ellos son idóneos para trabajar con nosotros una parte muy importante del proyecto como es la campaña de sensibilización y de información dirigida a todos los ciudadanos y, en especial, a aquella parte de la población que pueda estar interesada al colaborar”, ha dicho Glòria Tello.
En los palomares habrá alimento y agua para que permanezcan entre 5 y 7 días, tiempo necesario para su climatización y asentamiento. El excedente de palomas será liberado. Una vez en el palomar, personal de las dos asociaciones se encargarán de alimentar las aves, tratarlas para prevenir enfermedades y anillarlas para poder hacer un seguimiento.
“Está demostrado que la captura y posterior sacrificio de palomas no disminuía la población de aves urbanas, por lo tanto no resultaba un método de control efectivo y por el contrario si causaba maltrato animal. Con la repoblación de los palomares ecológicos pretendemos atraer esta población de aves hacia los parques y jardines para poder controlarlas tanto a nivel poblacional como sanitario y, además, ubicarlas en un lugar donde no causen molestias a los vecinos y donde se pueda producir un convivencia beneficiosa para todos y todas”, ha dicho Tello.
Los Parques donde están instalados los Palomares Ecológicos se encuentran hoy por hoy despoblados de palomas, mientras la gran mayoría de estas aves se concentran en el resto de la ciudad producido ciertas molestias a los vecinos y generando algunos conflictos. Atraer esta población de aves hacia los jardines es una medida que intenta solventar este conflicto de una manera ética y que pretende fomentar la cohabitación armoniosa entre las palomas y la ciudadanía.