El alcalde de Valencia, Joan Ribó, anunció que el Ayuntamiento exigirá el Ministerio de Hacienda su salida del Plan de Ajuste, si bien «en su momento fue imprescindible para que el anterior Gobierno del PP pagara sus deudas «, señaló Ribó,» ahora ya no lo es «dado que el consistorio cumple con las exigencias de pago de deuda y de pago a proveedores, una partida que situó el periodo medio en la cifra récord de 2,7 días en el mes de diciembre.
Según Ribó, quedarse dentro del Plan implicaría «una serie de restricciones en la gestión que no tienen razón de ser», como impide la creación de fundaciones como la que se pretende para crear el Museo de la Mar- o formar parte de entidades metropolitanas -como la del Transporte, necesaria para acceder a financiación estatal- o incluso definir a qué objetivos dedicar el superávit en las cuentas.
Así, una vez se disponga de los datos definitivos del presupuesto de 2016, se planteará nuevamente la exigencia de que Valencia salga del Plan de Ajuste, que se estableció en 2012 con una vigencia de 10 años. Sin embargo, según un informe de la Intervención Municipal sobre la ejecución del presupuesto municipal de 2016, el grado de ejecución global de los presupuestos del 2016 fue del 90%.
El alcalde destacó cómo la voluntad de «presupuestar bien, sin trampas, y con planteamientos ajustados a la realidad» llevó, por ejemplo, a fijar unas previsiones de ingresos «realistas y tendentes a la baja», y que se han traducido en que los ingresos finales fueron alrededor de un 5% más que los previstos inicialmente. «No quisimos presupuestar de manera especulativa», explicó Joan Ribó, «sino con objetivos verificados».
En cuanto a la ejecución de inversiones del proyecto presupuestario, «nunca en la historia de esta casa se habían gestionado tantas inversiones», aseguró el alcalde, quien repasó las cifras de los últimos años: desde los 34,8 millones del año 2013, los 52,3 millones en 2014, los 62,1 en 2015, hasta alcanzar los 89 millones de 2016.
Por ello, Ribó instó a los grupos de la Oposición Municipal para que,» cuando nos dicen que ejecutamos poca inversión, que adecuen sus críticas a la realidad «. «Estamos ante la cantidad de inversión más elevada que ha hecho el Ayuntamiento», reiteró el primer edil.
Otro de los elementos «significativos» que destacó Joan Ribó fue el que hace referencia a las facturas con dificultad de pago entre ejercicios dado que fueron por debajo de los 6 millones de euros, cifra de las previsiones más optimistas. En concreto, 5’6, de los cuales 3 millones son referidos a facturas y el resto a expropiaciones.
Ribó mostró su «satisfacción por la evolución» porque es una «señal inequívoca de que este Ayuntamiento y este Gobierno gestionan de manera seria y rigurosa» debido a que esta partida presentaba en 2013 un total de 42 millones de euros, 24 en 2014, y 20 millones en 2015.