Un total de 62 representantes de ayuntamientos participantes en las Jornadas Municipalistas por una Financiación Justa firmaron, en el acto de clausura donde intervino el alcalde Joan Ribó, la Declaración de Valencia, un documento que incluye diez puntos en los que se plasman las propuestas de reformas del marco legal que permiten un re equilibrio de recursos para que los ayuntamientos tengan la autonomía financiera que les permita atender las necesidades de la ciudadanía y prestar unos servicios públicos de calidad.
Según el primer punto de la Declaración de Valencia elaborada en el marco de las Jornadas Municipalistas celebradas entre el jueves y viernes pasados, los gobiernos locales «requieren de un sistema de financiación estable» para garantizar la cobertura de las necesidades básicas ciudadanas «al menos al mismo nivel que el resto de los gobiernos territoriales «.
El primer punto del decálogo de la Declaración concluye que la reforma del sistema de financiación local no puede verse «supeditada a la reforma del modelo autonómico, sino que debe abordarse conjuntamente en el marco de una reforma global de la financiación del sector público. »
En un segundo apartado se afirma que el sistema de financiación local deberá permitir a los ayuntamientos «ejercer su autonomía y corresponsabilidad fiscal, con un conjunto de transferencias incondicionales» por parte de la Administración Central y las Administraciones Autonómicas con el objetivo de «cubrir la brecha existente» entre las necesidades de gasto y la capacidad fiscal propias.
La Declaración de Valencia también recoge que la propiedad inmobiliaria «debería continuar siendo la base nuclear de la fiscalidad local» y plantea que debería flexibilizarse el número de exenciones, bonificaciones y otros beneficios fiscales aplicables a este tributo porque «erosionan la su recaudación «, en referencia a algunas confesiones religiosas que no tributan IBI.
Este documento incluye la petición que revisar el resto de los tributos locales vigentes actualmente, a fin de «mejorar su equidad distributiva y la eficiencia de sus objetivos en coordinación con la fiscalidad de las Comunidades» y apunta que debería combinarse «el recurso a las transferencias estatales con las menos desarrolladas transferencias autonómicas».
En el apartado relativo al endeudamiento, se propugna que la Regla de Gasto aplique a las entidades locales y al resto de las Administraciones públicas, «únicamente en caso de vulneración de los principios de estabilidad presupuestaria y sostenibilidad financiera, formando parte del conjunto de medidas preventivas y correctivas que la ley contempla para lograr su cumplimiento «.
Asimismo, los representantes de las entidades locales pidieron que las que obtengan un resultado de superávit o capacidad de financiación con remanente de tesorería para gastos generales positivo, deben disponer «libremente de este remanente», siempre que no superen los límites en los niveles de morosidad y deuda financiera que la ley establezca.
La firma de la Declaración de Valencia precedió al acto de clausura de este foro reivindicativo en el que, según Joan Ribó, prevaleció el consenso municipalista por encima de las adscripciones partidistas. El alcalde de Valencia afirmó que los ayuntamientos son conscientes de las carencias que a día de hoy sufren en términos de financiación, «pero, lejos de caer en el lamento, nos ponemos en pie y juntamos nuestros esfuerzos para cambiarlo» .
«Los Alcaldes debemos considerarnos satisfechos por los consensos a los que hemos sido capaces de llegar desde la transversalidad de este encuentro. Nos une la vocación de servicio a la ciudadanía y esto es capaz de superar diferencias ideológicas, de estructura partidista o incluso territoriales «, añadió Ribó.
Para Ribó, el reto municipalista a partir de ahora será el diálogo con el resto de instituciones del Estado. «A partir de hoy hay que emplazar a continuar con nuestro empeño para mejorar las condiciones de vida de nuestros vecinos y vecinas, que solo conseguiremos con unos recursos óptimos. Hemos sentado las bases en esta Declaración de Valencia, y nuestro deber de ahora es difundirla y profundizar en algunos aspectos sea necesario «, concluyó.