La plaza del Mercado de València acoge desde hoy, Día Internacional Contra la LGTBIfòbia, una placa en homenaje a Margarida Borràs, un referente del movimiento transexual por ser el primer caso documentado de tortura y muerte en València por identidad de género, puesto que fue ajusticiada, en la mencionada plaza, por la Inquisición del siglo XV que la ejecutó por su condición de mujer transexual.
Joan Ribó acompañado de la concejal de Igualdad y Políticas Inclusivas, Isabel Lozano, el concejal de Comercio, Carlos Galiana, y el regidor de Gobierno Interior, Sergi Campillo, han asistido hoy al descubrimiento de esta placa de conmemoración que, ubicada en frente de la iglesia de los Santos Juanes, también pretende recordar todas las víctimas de la homofobia, la transfòbia y la bifòbia.
En su intervención, el alcalde ha recordado que, tal como documenta el dietarista Melcior Miralles, “el 28 de julio del año 1460, en el Mercado de Valencia, colgaron a Margalida, la cual era hombre, y diciéndole Miquel Borràs, hijo de un notario de Mallorca, iba vestido como mujer…”.; y ha aclarado que este hecho, “uno de los más crueles y vejatorios de los acontecidos a la ciudad a la hora de penalizar el derecho a la propia identidad de género, ocurrió en el mismo espacio que hoy el Govern de la Nau se manifiesta, de nuevo, contra cualquier tipo de discriminación”.
“Una larga historia, la de esta plaza, que también ha visto juzgar, condenar y ejecutar, colgadas o quemadas, a personas, a valencianas y valencianos, en razón de su pensamiento e ideas, su religión, o conciencia”, ha continuado el alcalde al reiterar la voluntad del equipo municipal “de hacer de València un espacio libre de transfòbia, de homofobia, de lesbofòbia, de bifòbia. Una ciudad libre de odio”.
El alcalde ha lamentado “que la pedagogía del terror no fue sólo cosa de la Edad Media. Hace pocos años –lo tenemos que recordar-, el franquismo revivió su persecución con aquella nefasta “Ley de vagos y maleantes” y la posterior “Ley de Peligrosidad Social”, que reprimió y destrozar miles de vidas de personas, que todavía están entre nosotros. Y la persecución se extendió más allá, incluso en periodo democrático”.
Por eso, ha defendido, “el Ayuntamiento de Valencia trabaja para que València sea un referente en la lucha contra la discriminación del colectivo LGTBI, en la visibilidad de la diversidad, y en la eliminación de cualquier tipo de discurso de odio”. “Y como muestra de ese compromiso por la igualdad real y la defensa de los derechos humanos fundamentales aprobamos en el Pleno de abril de 2016 una moción por la visibilidad lésbica, reconocimos el trabajo de Lambda con la Medalla de Oro de la Ciutat en 2016 por la defensa de los derechos de las personas LGTB, o impulsamos de manera activa estas políticas públicas desde diferentes delegaciones, pero sobre todo desde la concejalía de Igualdad y Políticas Inclusivas, que está trabajando en un convenio de colaboración con Lambda para el desarrollo de actividades, como por ejemplo la celebración del próximo Día Internacional del Orgullo LGTBI”.
Por último, Joan Ribó ha explicado que la muerte de Margarida Borràs, que está considerada como un referente entre nuestra activa comunidad de personas LGTB, “también tiene que ser un referente de lucha por los derechos humanos”, y ha asegurado “que el odio y la violencia contra el colectivo LGTB están todavía muy vivos, a veces más cerca del que parece: en nuestras propias calles, en las escuelas, en los centros de trabajo, a los estadios deportivos o en las redes sociales, para poner algunos ejemplos”.
“Si bien, ha concluido, este Ayuntamiento trabaja por una València diversa e inclusiva, una ciudad más libre donde Margarida Borràs hubiera podido vivir dignamente como la mujer que era”.
Además de participar en este acto homenaje a la primera persona ejecutada por identidad de género de la que se tiene constancia, el equipo de gobierno municipal, con motivo del Día Internacional Contra la LGTBIfòbia, ha marcado cerca de medio millar de enclaves de varios espacios municipales con pegatinas que incorporan un texto, que indica que el ciudadano o la ciudadana se encuentra en un espacio libre de machismo y LGTBIfòbia, y dos manos, una pintada de color morado, referencia en la lucha contra la violencia machista, y una pintada con los colores del arco de santo Martí, símbolo del colectivo LGTBI.
De esta manera, los espacios municipales, que la ciudadanía tiene que percibir como lugares seguros para todas y todos, se convierten en referentes en la lucha contra cualquier tipo de discriminación.