El Congreso se ha sumado -con el voto a favor de todos los partidos políticos- al objetivo de alcanzar la meta de la ‘Hambre Cero’ en el mundo, una cuestión que se trabaja desde hoy y hasta el sábado en un Congreso Mundial en la ciudad de València, bajo el paraguas de «Valencia capital Mundial de la Alimentación Sostenible». La declaración institucional se ha presentado por parte de Compromís en el Congreso.
De esta forma, el Congreso ha aprobado avanzar decididamente en políticas de lucha contra el hambre y en la apuesta global para una alimentación sostenible, en coincidencia con el año en que València es Capital Mundial de la alimentación sostenible.
En el texto se ha recordado que «el derecho a la alimentación es un derecho humano universal reconocido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948. Sin embargo, se calcula que en el mundo hay un total de 815 millones de personas que han sufrido desnutrición crónica durante el 2016».
La moción presentada por Compromís señala que «las ciudades, como grandes consumidoras de recursos necesitan cambiar los planteamientos de las políticas destinadas a proporcionar apoyo, trasladando una concepción más sistémica y promoviendo programas municipales y políticas coherentes relativas a la alimentación”.
En ese sentido el portavoz de Compromís en el Congreso, Joan Baldoví, ha dicho que «queríamos trasladar y visibilizar el esfuerzo de la ciudad de València con la alimentación sostenible en el conjunto del Estado. Una apuesta firme que ha sido reconocida con la elección de la ciudad como capital mundial de la alimentación. Es importante trabajar y poner en valor todas las dimensiones de la alimentación sostenible como la agricultura ecológica, los productos de proximidad, las variedades autóctonas, el consumo de frutas y verduras de temporada o el reconocimiento de la dieta mediterránea».
El acalde Joan Ribó, ha explicado que -tal como se detalla esta declaración institucional aprobada hoy en Madrid- «es muy importante y necesario desarrollar sistemas alimentarios sostenibles, inclusivos, resilientes, seguros y diversificados, para asegurar una comida sana y accesible para de reducir los desperdicios de alimentos y preservar la biodiversidad y, al mismo tiempo, mitigar y adaptarse a los efectos del cambio climático.