El Pleno municipal ha aprobado hoy impulsar la creación de una comisión de trabajo multidisciplinar que coordinará la programación de la conmemoración, el próximo año 2018, del sexto centenario de la muerte de san Vicente Ferrer, “dirigida a divulgar y poner en valor la poliédrica y fecunda figura de esta personalidad histórica”.
Dicha comisión estará integrada por el Ayuntamiento de València, la Junta Central Vicentina, la Facultad de Geografía e Historia de la Universitat de València y la Acadèmia Valenciana de la Llengua. Asimismo, el acuerdo plenario prevé también invitar a la Diputació de Valencia y a la Generalitat Valenciana a participar “de manera activa en la conmemoración mediante apoyo institucional y/o económico, e implicándose en la participación de la programación que se diseñará al efecto”.
San Vicente, nacido en el año 1359, falleció el 5 de abril de 1419 y es el patrón de los católicos de la ciudad de València y de la Comuni Valenciana. No obstante, tal como ha destacado el concejal Fuset, su figura “va más allá de su estricta dimensión religiosa o espiritual, ya que afecta a aspectos de orden político, diplomático y literario”. Fue una figura central en la sociedad del momento, como reflejan sus esfuerzos para solucionar el llamado Cisma de Occidente o su papel en el famoso Compromiso de Caspe (1412), que puso fin a las luchas entre los partidarios de Fernando de Antequera y Jaime de Urgel.
Actualmente se recuerdan sus “milagros, que se escenifican cada año, y que desde 2015 tienen la declaración de Bien de Interés Cultural de la Generalitat Valenciana”. El concejal de Cultura Festiva ha destacado la labor de las asociaciones vicentinas, “que constituyen auténticas agrupaciones culturales encargadas de preservar las tradiciones de la fiesta y de renovar generacionalmente las representaciones populares de los milagros, una auténtica joya desde el punto de vista del teatro popular y la preservación del idioma valenciano”.
El concejal de Cultura Festiva, Pere Fuset, ha planteado una propuesta alternativa, que es la que finalmente ha salido adelante, por considerar que la moción del Grupo Popular subrayaba especialmente el ámbito de influencia religiosa del santo y no tanto su dimensión histórica, política, diplomática e intelectual.