El lunes, día 30, está previsto el inicio de las obras de acondicionamiento del área de peatones del paso subterráneo entre la Gran Via de les Germanies y la Gran Via de Ramón y Cajal, que permite el paso de peatones bajo las vías de la estación de RENFE de la ciudad de València y que, además, conecta con la estación de metro de Bailén. El concejal de Movilidad Sostenible del Ayuntamiento de València, Giuseppe Grezzi, ha puesto en valor que estas obras serán las primeras que se realizarán en este paso inferior desde su implantación inicial ya hace más de medio siglo.
La intervención municipal pretende resolver el estado actual del paso, con las paredes, el suelo y el techo con un aspecto degradado, con humedades y suciedad, donde se ha acumulado el hollín de los gases del escape de los automóviles. El acondicionamiento consiste en toda una serie de actuaciones para garantizar su funcionalidad en las adecuadas condiciones de salubridad y seguridad. “El gobierno de Joan Ribó soluciona nuevamente un problema que desde hace muchos años ha suscitado muchas reivindicaciones vecinales y que los diferentes gobiernos centrales no han resuelto al tener paralizado el Parque Central desde hace muchísimo tiempo”, ha afirmado Grezzi.
Además, se instalarán cámaras de seguridad y dos elevadores, uno en la salida con el Carrer de Cuba y el otro en la salida con Bailén, para garantizar el acceso a todas las personas en igualdad de condiciones. “Cumplimos con nuestro compromiso de hacer una ciudad más inclusiva garantizando la accesibilidad, de hacer una ciudad más amable con toda su gente”, ha explicado.
Por otro lado, el paso inferior se aislará acústicamente mediante grandes ventanales. También se instalará ventilación y una nueva iluminación, con alumbrado de emergencia y señalización. Además, se renovará el pavimento en todo el paso inferior y se instalará un falso techo, que será igual al de la estación de Bailén.
Se estima que esta intervención municipal, adjudicada con un presupuesto de 279.543,95 euros, tendrá una duración de tres meses. Durante todo ese tiempo se permitirá el paso de peatones por el mismo túnel.