El cuadro del alcalde Vicente Alfaro Moreno ya se puede disfrutar en el Ayuntamiento de Valencia, una obra realizada por el artista Adrià Pina. Un político republicano que gobernó el consistorio durante los primeros años de la Segunda República, concretamente de octubre de 1931 a junio de 1932, y que hasta ahora no disponía de su retrato en el pasillo de los alcaldes, donde se encuentran retratos de todos los alcaldes de la ciudad desde 1849.
“Con la voluntad de esta corporación de restituir, dentro de lo posible, este vacío histórico, empezamos un proceso de documentación e investigación que, con el tiempo, nos ofrecería numerosas sorpresas”, ha expuesto la concejala de Cultura, Glòria Tello, en la presentación del cuadro en el hemiciclo municipal, que ha contado con la presencia de familiares del alcalde. La realización de este cuadro, valorado en 6.600 euros, ha sido un encargo difícil, puesto que había una falta de documentación gráfica de Vicente Alfaro.
Así, el original sobre el cual trabajar se reducía a una pequeña reproducción del retrato fotográfico oficial, realizado por Julio Derrey durante su mandato, y a algunas referencias borrosas de prensa, originales de la época muy oscurecidos y fotos de Alfaro ya en una edad adulta, a pesar de que fue alcalde de València a los 29 años. Todo esto, según ha indicado la concejala, hizo que se pensará desde el servicio técnico de la Concejalía en el artista Adrià Pina, con demostrada solvencia en afrontar el retrato desde la no-presencia del modelo, para “huir de un falso histórico y no intentar imitar un retrato de los años treinta”.
En su corta Alcaldía, “Alfaro había tomado decisiones muy importantes respecto a nuestro legado, que consideramos que tenemos que poner en valor” y que, en los próximos meses, tal como ha indicado la concejala, tendrá forma de publicación. Gracias a la tesis doctoral de Nestor Morente, que hoy estaba presente en el hemiciclo, se han conocido algunas de sus actuaciones.
Así, Vicente Alfaro impulsó la construcción del monumento a Sorolla en la playa de la Malva-rosa, que se inició bajo su mandato; comenzó la iniciativa de repatriar el cuerpo de Vicente Blasco Ibáñez y la construcción de un monumento en homenaje al escritor; y fue un antecedente de políticas animalistas. Un hecho que Glòria Tello, también concejala de Bienestar Animal, ha querido poner de relieve.
“Alfaro, fue firme opositor de las corridas de toros, postura que, en el contexto de 1932, adquiere un significado pionero”, ha subrayado la concejala. Además, rechazó formar parte de la empresa familiar por tener entre sus funciones la matanza de animales para el consumo humano y fue Presidente Honorario de la Protectora de Animales y Plantas.
Glòria Tello también ha destacado que “la huella de Vicente Alfaro se hace visible incluso en el hemiciclo”, puesto que de su mandato son las dos pinturas semicirculares que hay sobre las entradas laterales del hemiciclo y “la figura de la República, hoy desaparecida, que aquí presidía”.
La inestabilidad del momento político y el pavoroso incendio de la Universitat de València, obligaron a Alfaro a dimitir y a dejar la Alcaldía, “pero su legado quedará entre nosotros y su retrato, por fin, ya formará parte de la galería de alcaldes de València”, ha concluido Tello.