El Ayuntamiento de València respalda la propuesta lanzada desde la Confederación Española de Cascos Históricos, COCAHI, y la Asociación de Comerciantes del Centro Histórico de València, para que la ONU declare el primer viernes de mayo Día Mundial de los Centros Históricos, bajo el lema «Centros históricos, la madre de las ciudades».
El concejal de Comercio, Carlos Galiana, ha proclamado hoy ante la fachada principal del Ayuntamiento el Manifiesto en Defensa de los Centros Históricos, junto al presidente de Comercios Centro Histórico València, Rafael Torres García, y a numerosos concejales de la Corporación, de todos los grupos políticos municipales. Todos ellos han firmado la petición a la ONU, y han destacado la importancia de los centros históricos como «contenedor de todo lo que acontece en la ciudad».
«Hay que cuidar mucho los cascos históricos de las ciudades, puesto que son los espacios que identifican a las ciudades, los que las hacen diferentes. Son el ámbito donde nace todo y donde se mantiene todo», ha explicado el concejal Galiana. El edil ha asegurado que «todo el comercio es bienvenido, el grande y el pequeño, pero –ha añadido- hay que cuidar los centros y sus especificidades como un elemento diferenciador que, además, también atrae al turismo».
En este sentido, Galiana ha destacado la responsabilidad del gobierno municipal de potenciar campañas de protección y de apoyo, «como ya estamos haciendo desde las concejalías de Comercio y de Turismo, en la línea de nuestra acción de trabajo», y ha subrayado su apoyo a la propuesta de las entidades impulsores «como concejal y como ciudadano».
Los portavoces de todos los grupos políticos han firmado la propuesta y han participado en la campaña informativa, que se ha desarrollado ante la puerta principal del Ayuntamiento. La ciudadanía ha tenido ocasión de conocer la iniciativa y sumar su firma. El Manifiesto, que ha sido leído por el concejal Carlos Galiana y por el presidente de Comercios Centro Histórico València, Rafael Torres García, incluye un decálogo de propuestas dirigidas tanto a las administraciones, especialmente a las locales, como a los agentes «que trabajan, viven, visitan o acuden a los centros históricos».
Entre las medidas planteadas, se destaca la necesidad de que los ayuntamientos «pongan énfasis en el desarrollo integrado de los centros históricos, que se incentive el desarrollo de modelos innovadores de participación ciudadana, que se pongan los medios necesarios, públicos y privados, para captar las oportunidades urbanísticas, económicas, sociales y culturales, o que se trabaje para conseguir unos centros históricos con alta carga residencial».
Asimismo, el texto hace referencia a aspectos como la preservación de las singularidades de los centros urbanos, la mejora de la accesibilidad, y el consumo sostenible. «En definitiva –concluye el manifiesto- que se promueva un cambio de paradigma urbano hacia la adopción de una Nueva Agenda Urbana, alineada con la aprobada por la ONU, que debe adoptar enfoques de desarrollo urbano y territorial sostenibles e integrados, centrados en las personas, que tengan en cuenta la edad y el género, mediante la aplicación de políticas consecuentes».