«València está dispuesta para acoger las 629 personas desamparadas a bordo del barco Aquarius, que se encuentra en el Mediterráneo a la espera de instrucciones para atracar en un puerto» tal como ha anunciado hoy el alcalde Joan Ribó, al recordar que València es una ciudad refugio, una ciudad solidaria «que no quiere que haya otra tragedia en el Mediterráneo». El alcalde ha sido tajante: “no queremos otro Aylán”, en referencia al niño refugiado aparecido muerto hace unos meses en las playas de Turquía.
Joan Ribó ha hecho estas declaraciones después de hablar con la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, y tras conocerse la noticia de que, a pesar de que la ONU ha pedido formalmente en Malta e Italia que facilitan el desembarco, el nuevo gobierno italiano lo ha impedido, «una decisión sin precedentes».
El alcalde ha aclarado que la embarcación de la organización humanitaria SOS Méditerranée trabaja con Médicos sin fronteras y transporta personas migrantes rescatadas en diferentes operaciones durante la jornada del pasado sábado en aguas de Libia.
«Huyen de la hambre, de la guerra y la miseria. Si podemos, evitaremos más muertos: son 629 personas, entre ellas 123 menores, uno de ellos nacido anoche. Por eso, lo he hablado con la vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, para preparar un dispositivo de acogida lo más rápido posible», ha explicado el alcalde.
«Hay que recordar que once comunidades autónomas firmaron un manifiesto liderado por la Comunidad Valenciana, pidiendo al entonces presidente del gobierno de España, Mariano Rajoy, la implicación en la acogida de personas. Los valencianos somos personas empáticas con el sufrimiento de los otros», ha añadido el primer edil que ha reiterado su convencimiento de que el pueblo valenciano «quiere impedir más muertos en el Mediterráneo. No queremos otro Aylán».