La concejala del Área de Cultura, Glòria Tello, llevará este jueves a la Comisión de Desarrollo Humano, Educación, Juventud, Deportes y Cultura las propuestas de honores y distinciones de la ciudad de València realizadas tanto por el equipo de gobierno municipal como por los grupos de la oposición. Serán ocho mociones diferentes para reconocer a personas a título individual y a colectivos con una trayectoria vinculada a la ciudad. Se propondrán cinco medallas de oro de la ciudad y el nombramiento de una hija adoptiva y dos hijos adoptivos de la ciudad.
«Son personas y colectivos que han dignificado la imagen de nuestra ciudad y con sus trayectorias han permitido construir una sociedad valenciana mejor. Con estos honores y distinciones València les reconoce sus trayectorias profesionales y vitales», ha afirmado Tello.
Las personas y los colectivos propuestos son: Avelino Corma, por haber realizado su tarea de investigación en nuestra ciudad y haber contribuido a prestigiarla en el campo de la ciencia en todo el mundo; José García Poveda, ‘El Flaco’, por haber realizado en València su tarea artística y fotográfica, contribuyendo a la conservación de la memoria de unas décadas esenciales de nuestra historia; Teresa Meana, por haber desarrollado su activismo en la ciudad, en una tarea muchas veces invisible, para crear una sociedad más inclusiva, abierta y feminista; la plataforma Salvem El Cabanyal, por haber defendido el patrimonio histórico, artístico y arquitectónico de un barrio emblemático; la Coordinadora de Sociedades Musicales Federadas de la Ciudad de València, por haber difundido el patrimonio musical valenciano y el mantenimiento de profesionales dedicados a la música; la Casa de la Dona, por haber tenido una influencia enorme en la defensa y la concienciación de la mujer en nuestra ciudad; el movimiento #QuieroCorredor, por su defensa del Corredor Mediterráneo con la previsión de aumentar las cifras de ocupación, la aportación al PIB, las exportaciones y las actividades portuaria y turística, y la filial valenciana del Cottolengo del Padre Alegre por su trabajo a favor de las personas desfavorecidas desde hace más de medio siglo.
Por un lado, se propondrá el nombramiento como hijo adoptivo de la ciudad de Avelino Corma Canós (Moncofa, la Plana Baixa, 1951). Doctor en Ciencias Químicas y profesor de Investigación, desarrolla su tarea profesional en el Instituto de Tecnología Química ITQ (CSIC/UPV). Es un experto reconocido internacionalmente en catalizadores sólidos ácidos y bifuncionales aplicados al refinamiento del petróleo, petroquímica y procesos químicos, especialmente en la síntesis y aplicación de Zeolitas. Ha publicado más de 900 artículos en revistas internacionales, ha escrito tres libros y numerosas revisiones y es autor de más de un centenar de patentes de invención, una docena de las cuales han sido aplicadas industrialmente. Premio Nuevas Tecnologías Jaime I (2000), Premio Nacional de Ciencia y Tecnología de México (2006), Mérito Científico de la Generalitat Valenciana (2011), Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica (2014) y Premio de la Amistad del gobierno chino (2017), es, además, doctor Honoris Causa por las universidades de Ottawa, Bucarest, Múnich, Utrecht, Córdoba, Cantabria y Jaén.
También se propondrá el nombramiento como hijo adoptivo de la ciudad de José García Poveda, ‘el Flaco’ (Mula, Murcia). Trasladado a nuestra ciudad en 1969 para estudiar Ciencias Económicas, pero con la fotografía como su gran pasión. En 1985 hizo su primera exposición, “La última vez que vi tu cara”, en La Marxa, así como también “Fotos de Valencia” en el café Negrito y “Visiones de Continental”, en la sala del mismo nombre. El 1989 hizo la exposición “Sesión de noche” en el café Lisboa, y en 1990 realizó una muestra de fotomontajes, “Lo más Gordo del Flaco”. Entre sus trabajos está también la fotografía de varios países americanos, como Nicaragua y Cuba, durante la década de los 90. En 1998 expuso sus impresiones cubanas en la muestra “Amo esta isla” y en 2013, en el MuVIM, realizó la exposición “La Habana del Flaco”. El año pasado la Universitat de València le dedicó una exposición y un catálogo, ‘La Valencia del Flaco’, que recoge más de tres décadas fotografiando nuestra ciudad. Además, ha colaborado con Cartelera Turia y ha sido el fotógrafo de la Feria del Libro de València durante más de un cuarto de siglo.
Además, se propondrá que Teresa Meana Suárez (Asturias, 1952) también sea hija adoptiva de la ciudad. Licenciada en Filología Románica, ha sido profesora de Lengua y Literatura castellana en un instituto de València. Milita en el movimiento feminista desde 1975, y desde la década de los 80 se dedica especialmente al tema del sexismo en el lenguaje. Ha impartido muchos cursos, talleres y charlas sobre este tema. Durante seis años de estancia en América del Sur se especializó en las características del español del otro lado del Atlántico. En la República Dominicana publicó un libro de instrucciones sobre un uso no sexista del idioma e impartió un curso en una universidad de Santo Domingo. En Argentina fue nombrada Huéspeda de Honor de la Ciudad de Buenos Aires. Ahora participa activamente en la Casa de la Dona de València. Ha publicado varios artículos sobre temas referentes a la situación de las mujeres, pero fundamentalmente trabaja sobre la cuestión de la discriminación de las mujeres en la lengua y, en concreto, en el castellano. En 2002 el Ayuntamiento de Quart de Poblet le publicó un manual sobre un uso no sexista de la lengua.
Por otro lado, se propondrá otorgar la medalla de oro de la ciudad a la plataforma Salvem El Cabanyal, creada en abril de 1998 para evitar la prolongación de la avenida Blasco Ibáñez. En ese momento empiezan las acciones de concienciación de la plataforma. A lo largo de sus veinte años de existencia, se han presentado miles de escritos en contra del plan municipal de derribo de parte del Cabanyal y han realizado actividades de todo tipo, en los tribunales, en los despachos y en las calles, para hacer oír la voz de un pueblo que no quería ver deshechas sus casas y su vida cotidiana.
También se planteará otorgar la medalla de oro de la ciudad a la Coordinadora de Sociedades Musicales Federadas de la Ciudad de València (Cosomuval). Su origen se remonta a 1983. En aquel momento eran seis sociedades con 250 profesionales y cerca de 300 niñas y niños en las escuelas; actualmente, con 25 sociedades musicales federadas, realizan una labor ingente de difusión y conciertos. Solo los actos patrocinados por el Ayuntamiento ascienden a casi un centenar al año. Reúnen a 2.200 músicos activos y en sus escuelas de música acogen a 4.337 estudiantes y cerca de 300 profesionales de la música. Además, aglutinan a más de 12.500 socios.
La Casa de la Dona de València también recibirá la medalla de oro de la ciudad, por sus más de veinte años trabajando en la ciudad, haciendo visibles situaciones que ignoran, oprimen y violentan a las mujeres, tanto en la vida pública como en la privada. Es un espacio autogestionado que se financia exclusivamente con las cuotas de las socias, lo cual le permite mantener la autonomía frente al poder político. Trabaja para eliminar las diversas formas de violencia basadas en relaciones de poder y opresión hacia las mujeres. Es un espacio abierto y plural donde se reúnen varios grupos feministas y a lo largo de su historia muchos y diversos grupos han compartido ese espacio.
Otra de las propuestas de los honores y distinciones de este año será la de otorgar la medalla de oro de la ciudad al movimiento #QuieroCorredor, impulsado por la Asociación Valenciana de Empresarios. Ha aglutinado a más de 73.000 personas que buscan la culminación del Corredor Mediterráneo. El movimiento plantea que la ciudadanía puede influir en la definición de las infraestructuras que quiere para su país, teniendo como fecha en el horizonte el año 2025. Suma esfuerzos de todos los estratos sociales para reclamar una infraestructura que conectará el 50 % de la población española y cuatro comunidades autónomas que representan el 45 % del PIB del país. Los pilares de este proyecto son el desarrollo industrial y comercial del arco mediterráneo y la potenciación de la unión entre territorios en el transporte de personas y mercancías.
También se propondrá la medalla de oro de la ciudad para la filial valenciana del Cottolengo del Padre Alegre. Los orígenes se remontan a las fundaciones primitivas del presbítero Giuseppe Benedetto Cottolengo, la primera de ellas fundada en Turín (Italia) en 1826. El padre jesuita Jacint Alegre i Pujals ideó crear en Cataluña algo parecido para dedicarse a los más pobres y abandonados. Fallecido el Padre Alegre, su superior, P. Guim, y un laico, Rómulo Zaragoza, se comprometieron a fundar un Cottolengo en Barcelona (1939). El Cottolengo del Padre Alegre de València fue la primera filial del catalán. Fundado en 1943, ya existía en nuestra capital un pequeño Hospital de la Milagrosa, con ocho enfermos incurables y que tenía muchas dificultades para subsistir. El entonces arzobispo de València visitó el Cottolengo de Barcelona y pidió que se hicieran cargo del hospital valenciano, empezando así la vida del Cottolengo del Padre Alegre de València.