La concejala de Huerta y Pueblos de Valencia, Consol Castillo, ha propuesto formalmente a la Consellería de Medio Ambiente cederles el espacio de la Alquería del Moro –actualmente en obras de rehabilitación impulsadas por la Concejalía de Gobierno Interior del Ayuntamiento de València- para que sea la sede central del Consell de l’Horta, el órgano ejecutivo que va ligado a la Ley de l’Horta de la Generalitat.
«Con esta iniciativa vamos un paso más allá de la propuesta que inicialmente había planteada para este espacio. Queremos ser ambiciosos en la dinamización de la huerta, tan importante para Valencia. Convertir la Alquería del Moro en el organismoe público protector e impulsor de la huerta sería una gran noticia», ha dicho la regidora de Huerta y Pueblos de Valencia, Consol Castillo.
Así, la Alquería del Moro pasaría a acoger el cuerpo de la guardería rural. Además, gracias a los terrenos de huerta asociados a la alquería que todavía se conservan se podrían realizar cursos y formación en temas de agricultura, una de las funciones que también desarrollará el Consell de l’Horta.
«La alquería del Moro está situada en un punto estratégico en la parte de l’horta oeste, y de fácil acceso tanto desde l’horta norte como desde l’horta sur. Desde el Ayuntamiento de València consideramos que es un espacio que reúne todas las características para acoger el Consell y ya nos hemos dirigido a la conselleria para cederles el espacio cuando acaben las obras de rehabilitación», ha destacado Castillo.
Además, el centro gestionaría la adquisición o arrendamiento de terrenos (banco de tierras) y los recursos y las ayudas técnicas y económicas provenientes otras instituciones públicas y privadas, entre otros, los fondos provenientes de la Unión Europea. También se encargaría de promover marcas de calidad de los productos de la huerta o programar compensaciones económicas a las personas que se dedican a la agricultura por el mantenimiento de los elementos constitutivos de l’Horta de Valencia.
Otro punto a tener en cuenta es el de la investigación, el desarrollo y la evaluación de experiencias de innovación social en la actividad agraria, que promuevan experiencias colaborativas, participativas e inclusivas, como también su difusión. En ese sentido, habría la posibilidad de crear en la misma alquería la primera estación experimental con productos agrícolas de la huerta.