Ya se ha hecho efectivo a las entidades financieras el pago de los 30 millones de deuda, lo que supone oficialmente la salida de València del Plan de Ajuste 2012-2022. El alcalde Joan Ribó ha subrayado la importancia de este hecho, «como día histórico para el Ayuntamiento de València», y de que el municipio recupere su autonomía de gestión y toma de decisiones, y ha destacado «la eficacia de la labor al frente del Gobierno Local, que nos ha permitido abandonar las restricciones a que nos obligaba este Plan, 3 años antes de lo previsto».
«Hoy es un día histórico para el Ayuntamiento de València, porque recuperamos nuestra autonomía como entidad municipal». Así se ha referido el alcalde, Joan Ribó, a la salida oficial del Plan de Ajuste, hecha efectiva gracias al pago de la deuda pendiente con las entidades acreedoras. «València sale del agujero económico y demuestra la solvencia de una gestión ejemplar durante estos 3 últimos años y medio, basada en la eficacia y en la eficiencia».
En el año 2012, el Real Decreto 4/2012 obligó a las administraciones locales que tuvieran «facturas en el cajón» a contratar préstamos para hacer frente a sus deudas. València tenía 183 millones en estas facturas «opacas» en su Presupuesto, por lo que tuvo que solicitar un crédito al ICO y entrar en el Plan de Ajuste. Posteriormente, y tras el cambio en el gobierno del Ayuntamiento en 2015, «las cuentas se han reconducido, se han saneado, y podemos dejar atrás un Plan al que nos llevó el anterior gobierno de la derecha, que llegó a endeudar a los valencianos en casi 1.000 millones de euros (un 135% del valor del presupuesto municipal)», ha recordado el alcalde.
Hoy, tres años antes de lo previsto, se ha hecho efectiva la dotación de 29,6 millones de euros aprobada por el Pleno del Ayuntamiento, que literalmente saca a la ciudad València de este programa de control de sus cuentas. Es decir, que el municipio recupera la autonomía en su gestión municipal, y puede tomar decisiones sobre la gestión y las inversiones de la ciudad sin la tutela del Ministerio de Hacienda. «Y, sobre todo, dedicar los recursos municipales a las necesidades propias que tiene València», en palabras de Joan Ribó.
Las implicaciones del Plan de Ajuste se concretaban en numerosas restricciones a la actividad de los gobiernos locales: no se permitía crear ningún organismo o fundación, ni decidir el destino de todas las inversiones municipales. El alcalde ha querido poner en valor la gestión del Govern de la Nau estos años, «una gestión eficaz y eficiente, que nos ha permitido salir, tres años antes de lo previsto, de un plan que desde 2012 ha ahogado a la ciudad». La imagen de las cuentas municipales en estos momentos refleja que se cumple con la regla de gasto, se paga a los proveedores en tiempo y forma, y se ha reducido la deuda a la mitad respecto al pico más alto del periodo anterior.
A estas explicaciones se ha sumado el concejal de Hacienda, Ramon Vilar, quien ha insistido en cómo «gracias a la buena gestión del Govern de la Nau, recuperamos la autonomía municipal, y saneamos las cuentas públicas hasta salir definitivamente del Plan de Ajuste».
«Las cuentas se han reconducido, y superamos una etapa oscura para la economía municipal basada en una gestión fuera de todo orden. Ahora, en cambio, nos ajustamos a una gestión basada en la eficacia y en la eficiencia económica y podemos acudir al mercado de dinero a precios interesantes para financiar servicios e inversiones y no para pagar facturas escondidas en los cajones», ha recordado Vilar.
Desde el inicio del mandato actual, la deuda máxima a la que llegó la corporación anterior se ha reducido a la mitad, gracias al Plan de Reducción de Deuda 2015-2019, que permitirá concluir 2018 con una deuda de 446 millones de euros (un 52,7% respecto a los ingresos totales del último año liquidado, en este caso 2017).