· Ferran Puchades afirma que las obras están paralizadas desde hace mes y medio
· La ejecución hasta abril en mercados sólo era del 4’3%.
El concejal de Compromís en el Ayuntamiento de València, Ferran Puchades, ha criticado que ha pasado ya un año desde que el gobierno de Catalá acordó la urgencia en el expediente de las obras de reparación del mercado de Rojas Clemente, el proyecto de ejecución y dirección de obras del cual ya estaban preparados por el anterior gobierno de Compromís, y en estos momentos el mercado continúa con las obras inacabadas. Y lo que es más grave todavía, llevan mes y medio paralizadas.
La declaración de urgencia debía suponer la reducción a la mitad de los plazos legales pero la realidad ha sido bien distinta. «La nefasta gestión que está haciendo el gobierno de Catalá y Vox de los mercados municipales se ha visibilizado en Rojas Clemente», ha dicho Puchades, quien ha explicado que hasta octubre no se acordó la propuesta para contratar la ejecución de la obra y hasta enero no se formalizó la adjudicación de las obras. «Todo un disparate que nos ha llevado a esta situación, con el mercado empantanado por unas obras durante más de un año».
Para el concejal Puchades, “la situación de estas obras ponen sobre la mesa la manifiesta incapacidad de gestión del gobierno de la señora Catalá que tiene mucha facilidad para denunciar la herencia recibida pero a la hora de ponerse a trabajar no se saca el trabajo de las manos”.
Durante su mandato en 2023, la nueva concejalía de Comercio no adjudicó más que algunos contratos menores, todos ellos redactados bajo el mandato del alcalde Ribó y en el primer semestre de 2024 sólo ha adjudicado el contrato referido a las obras de Rojas Clemente, siete meses después de haberlo declarado de urgencia, y unos pocos más contratos menores.
Para Puchades, “veremos cuál es el grado de ejecución del primer semestre porque hasta abril sólo era del 4’3%. El señor Ballester como todo el gobierno de Catalá tiene mucha facilidad para criticar pero los hechos son tercos y están demostrando que son los peores gestores de los recursos públicos”.