Dos de los elementos están aparentemente apuntalados en su base con simples sacos de arena, algunos de los cuales ya han sido dañados y retirados, mientras pasan y posan junto a las piezas centenares de personas.
Coincidiendo con la celebración en el Ateneo de València de una exposición del escultor Juan García Ripollés, célebre por la escultura dedicada a Carlos Fabra en el acceso al aeropuerto de Castellón, el gobierno de María José Catalá ha autorizado la instalación temporal en la Plaza del Ayuntamiento de varias esculturas del artista, algunas de gran porte.
Y dos de ellas, las emplazadas ante el antiguo edificio de Correos, están curiosamente “reforzadas” en su base con sacos de plástico llenos de tierra, algunos de los cuales ya han sufrido perforaciones o han sido retirados. “La concesión de la instalación de cualquier objeto, y más en el caso de estructuras de este volumen, está condicionada a la presentación de un informe técnico avalado por un profesional que garantice que la estructura no va a caer bajo ninguna circunstancia, y estos sacos mal puestos no parecen una solución técnica válida”, ha apuntado el concejal de Compromís Giuseppe Grezzi.
“De hecho, estos sacos mal puestos y agujereados parecen más bien una chapuza de última hora para salir del paso. Pero aquí no vale salir del paso: a diario pasan y posan junto a las esculturas centenares de personas cuya integridad física se podría estar poniendo en peligro si se les caen encima por no haberse certificado su estabilidad con garantías”, ha añadido el concejal valencianista. Por ese motivo, el que fuera titular del área competente la pasada legislatura ha pedido acceso al expediente de Espacio Público en el que deben obrar los informes técnicos firmados por un técnico titulado avalando que esa instalación es correcta. “De no hallarlos, como todo hace prever, tomaremos todas las medidas a nuestro alcance para que el concejal que ha suscrito la autorización pague las consecuencias de esta temeridad”.