·         El regreso de los beneficios a coste cero para la empresa por parte del PP coincide con nuevas denuncias ciudadanas de empeoramiento del servicio, que deja de atender las llamadas en valenciano.

·         El PP permite a JC Decaux una vía de negocio de alquiler diario orientado a turistas que beneficia a la empresa y perjudica al pequeño comercio local de alquiler, sin que la ciudad reciba a cambio ninguna contraprestación para los usuarios de JC Decaux.

Tras dos legislaturas en las que, desde el área de Movilidad Sostenible gestionado por Compromís, se frenó el aumento de tarifas de la concesionaria del servicio de bici ‘pública’, el gobierno de Catalá ha vuelto a facilitar en los últimos meses nuevas fuentes de ingreso a la responsable de Valenbisi sin conseguir a cambio ninguna de las contraprestaciones que reclama la ciudadanía.

“Durante ocho años no se produjo ni una subida de precio en las tarifas de Valenbisi y en cambio conseguimos por primera vez que la concesionaria JC Decaux introdujera bonificaciones para estudiantes, personas en el paro y situación de vulnerabilidad. Conseguimos además que se abriera una oficina con atención al usuario que efectivamente atendiera a diario, y además, que se hiciera también en valenciano. Y todo sin dar a la empresa ningún beneficio económico añadido a todos los que le había dado el PP cuando les hizo un contrato blindado a 20 años y a los que les dio en los años posteriores. Pues bien, ha sido volver el PP a gobernar y volver JC Decaux a recibir beneficios extra sin que el gobierno obtenga a cambio ninguna contraprestación para la ciudadanía”, denuncia el que fuera titular de Movilidad Sostenible, Giuseppe Grezzi, y responsable de la gestión de las dos pasadas legislaturas.

Cabe recordar que, bajo el gobierno de Rita Barberá, el Ayuntamiento de València concedió en 2009 el servicio —conocido popularmente— de “bicicleta pública” a JC Decaux a cambio de que ésta explotara e ingresara todos los beneficios de la publicidad exterior en la ciudad. No obstante, la corporación francesa no ofrecería el servicio a cambio solo de esos ingresos, sino que además cobraría por el uso de las bicis un abono anual que podría ascender según el contrato hasta 20 euros. Cualquier aumento debería ser aprobado por el Ayuntamiento, que, lógicamente negociaría alguna mejora del servicio como contraprestación, ya que el número de estaciones y de bicicletas, como ese tope de 20 euros por abono, estaba blindado, y cualquier incremento en número de unas o de otras iba acompañado de un precio prohibitivo para el consistorio.

“Sin embargo, cuando llegamos al gobierno, nos encontramos con que el Partido Popular había permitido a JC Decaux aumentar el precio del abono anual de Valenbisi a 29’21 €, por encima del tope del contrato, pero a cambio no había obtenido ni más bicicletas y anclajes, ni una sola nueva parada en las nuevas zonas de expansión de la ciudad, ni en las pedanías. Nada. O bueno, nada para la ciudanía. No sabemos si Rita Barberá podría habernos aclarado algo, o pudieran hacerlo Bárcenas o Alfonso Grau”, apunta Grezzi.

Un atentado contra el pequeño comercio local

“El caso”, continúa el concejal valencianista, “es que con la vuelta del PP al gobierno han vuelto los regalos a la empresa sin nada a cambio para la ciudadanía”. Como apunta el concejal, este verano la empresa está haciendo una fuerte campaña de promoción de su nuevo ticket de un día, un contrato que, por 3’99€, permite a cualquiera hacer uso de las bicis de Valenbisi durante 24 horas. “Se trata de un servicio destinado a turistas con claras ventajas para la empresa, pues les permite una nueva fuente de ingresos por ofrecer un servicio que hasta ahora no tenían y que entra en competencia directa y muy ventajosa contra el pequeño comercio local de alquiler y reparación de bicis del que dependen centenares de empleos directos en la ciudad. Es puro terrorismo intervencionista por parte del Partido Popular, que se dice liberal, pero utiliza el intervencionismo para beneficiar a una corporación y aniquilar al pequeño empresario”, describe Grezzi.

Y todo, además, “empeorando el servicio para los vecinos usuarios de larga duración, que tendrán competencia añadida para disponer de bicicletas, y ningún beneficio a cambio”. Y es que, pese a que ya cuando el PP concedía beneficios por encima del contrato en las década de los 10 existían múltiples peticiones vecinales de ampliación de paradas en pedanías y nuevas zonas de expansión de la ciudad, ni entonces ni ahora con el nuevo “regalo” del PP, el gobierno de Catalá ha arrancado a JC Decaux ninguna nueva estación de Valenbisi a cambio de los nuevos beneficios que le ha brindado. “En amplias zonas de Malilla, San Isidro, ciudad Ros Casares, casi todas las pedanías, los vecinos llevan años pidiendo estaciones porque el servicio no llega, pero como el precio que pactó el PP en 2009 con la concesionaria es prohibitivo para las arcas municipales, solo son posibles a cambio de una contraprestación. Y ahora, cuando el PP le ha brindado nuevos beneficios, no ha sido capaz de sacar ni una mísera parada. Es vergonzoso,” lamenta el concejal valencianista.

Sin atención en valenciano

Y por si todo esto fuera poco, según denuncian desde Compromís los nuevos beneficios para la concesionaria coinciden con nuevas denuncias de deterioro del servicio. “Desde hace meses nos llegan cada vez con más frecuencia nuevas quejas al grupo municipal por el deterioro del servicio que ofrece Valenbisi, especialmente en lo que respecta a la atención al usuario”, apunta Grezzi. “Y como no podía ser de otra manera con el PP al mando, nuestra lengua ha sido la primera damnificado”, advierte el concejal, que explica que el servicio de atención telefónica al cliente en valenciano que empezó a prestarse en valenciano durante su gestión, ha dejado de prestarse en nuestra lengua. “Como hemos comprobado en reiteradas ocasiones la última semana a raíz de la denuncia de un vecino, aunque el operador automático te deje elegir en qué idioma quieres que te atiendan, si lo pides en valenciano te derivan a un contestador automático, pero si lo pides en castellano te atiende de inmediato un operador. Normalmente, aunque te dirijas al operador en valenciano no suele ponerte pegas a pesar de no entenderte, pero te responde invariablemente en castellano, negándote el derecho a realizar y recibir la comunicación en tu propia lengua”, describe el concejal valencianista.

A esto, añade Grezzi, habría que sumar más quejas por ausencia de atención en horarios en los que presuntamente debería ofrecerse ayuda, lo que al concejal le recuerda a “los inicios del servicio, en los que se permitió a la concesionaria un deterioro paulatino del servicio y que abandonara la oficina de atención al usuario” que en su día abrió en una torreta de la Alameda. “Para el PP esto de la bici pública siempre fue simplemente un negocio, seguro que para la concesionaria a la que se lo entregaba, y a saber si para ellos también”, apunta el extitular de Movilidad, “y si cabía alguna duda, ahora María José Catalá lo está demostrando de nuevo”. Por eso, concluye el concejal valencianista, “cabrá desalojar a Catalá y los suyos del Ayuntamiento antes de que en 2029 concluya el contrato de 20 años que blindaron con JC Decaux y condenó a la ciudad a este servicio y se les ocurra hacer otro. De lo contrario nos exponemos a que nos timen de nuevo”.