El bipartito PP-VOX al frente del Ayuntamiento ha suprimido las clases de estos dos instrumentos tradicionales del folclore valenciano del programa formativo de la Universidad Popular a pesar de ser una de las actividades más antiguas y con más demanda de la institución.

“Entendemos que tratar de borrar el tabal y la dolçaina es coherente con la personalidad de María José Catalá y la vergüenza que siente por su proximidad a todo lo que suene a valenciano, pero como alcaldesa del cap i casal le exigimos que deje de banda sus obsesiones personales y no ataque los símbolos de identidad de nuestro pueblo”. Con estas palabras, el regidor de Compromís Ferran Puchades ha reclamado a la alcaldesa de València, María José Catalá, que rectifique y ordene a la dirección de la Universidad Popular (UP) de València que recupere las clases de dolçaina y tabal después de dejar al alumnado sin esta oferta formativa en los centros donde se había impartido hasta ahora.

Hay que recordar que precisamente ayer muchos alumnos de la UP hicieron un pasacalle con música de tabal y dolçaina por el centro de València para mostrar su “descontento y desacuerdo” con la decisión del consistorio de eliminar esta actividad de la institución formativa. Puchades ha recordado que la dolçaina y el tabal “forman parte imprescindible de la cultura musical popular valenciana, puesto que son parte fundamental, por ejemplo, de los actos de las Fallas de València”. En ese sentido, ha explicado que la demanda del alumnado de ediciones anteriores justifica plenamente la recuperación de una oferta formativa “muy necesaria para garantizar la supervivencia de la tradición musical valenciana que acompaña la mayoría de nuestros actos y fiestas populares más señeras”.

A estas horas se desconoce si el concejal y presidente del Consejo Rector de la Universidad Popular, José Vicente Gosálbez, ha accedido a la reunión que ayer le reclamaron los alumnos de tabal y dolçaina de la UP porque los doy explicaciones sobre las razones por las cuales el gobierno ha tomado el que consideran una “nefasta decisión”, pero en cualquier caso, desde Compromís exigen una rectificación inmediata por parte de la alcaldesa y que “se pare la deriva antivalencianista del gobierno municipal, que de continuar en este sentido, si la ciudadanía no los tira en las siguientes elecciones, acabarán convirtiendo nuestra ciudad en una gran franquicia sin ninguna identidad”, concluye Puchades.