Papi Robles y Ferran Puchades denuncian que el Ayuntamiento de Catalá está favoreciendo un modelo que expulsa a los vecinos de sus barrios y dispara los precios de la vivienda

Compromís ha denunciado hoy en rueda de prensa la creciente implantación del modelo conocido como flexiliving en la ciudad de Valencia, una fórmula que la coalición valencianista considera una nueva estrategia especulativa disfrazada de modelo de vivienda alternativa. La portavoz de Compromís, Papi Robles, ha advertido que “lo que el PP está promoviendo en Valencia no es flexiliving, ni coliving, es directamente no living”.

Según datos recopilados por Compromís, actualmente existen en Valencia más de 1.100 plazas de flexiliving activas y otras 882 en construcción, con 21 edificios ya en funcionamiento y 12 más en proyecto. Grandes empresas han anunciado inversiones por valor de 130 millones de euros en este tipo de alojamientos, con el respaldo incondicional del gobierno de Catalá que, según Puchades, “les tiende la alfombra roja para la especulación”.

Un modelo que dispara los precios y expulsa a los vecinos

Los efectos de este fenómeno son, según ha señalado Compromís, devastadores, ya que la vivienda se convierte en inaccesible para la población local, los barrios se vacían de residentes y el precio del alquiler se dispara. Puchades ha destacado que en barrios como La Saïdia, el precio medio del flexiliving alcanza los 110,2 €/m², siete veces más que el precio habitual (14,3 €/m²). En Poblats Marítims, se multiplica por cinco.

Además, según han denunciado en la rueda de prensa, el gobierno de Catalá está impulsando la comercialización de unidades de solo 19 m², “infraviviendas que serían ilegales en otras ciudades, incluso como Madrid, con un gobierno ultraliberal”, y que Catalá no solo permite en Valencia, sino que está fomentando al considerarlas como espacios residenciales.

Propuestas de Compromís para frenar la especulación

Ante la expansión descontrolada del modelo flexiliving en Valencia, Compromís ha presentado un conjunto de medidas concretas para frenar esta nueva forma de especulación inmobiliaria. En primer lugar, proponen equiparar legalmente el flexiliving y el coliving con los usos hoteleros, aplicándoles las mismas limitaciones de densidad urbana.

Los valencianistas también defienden la prohibición de construir viviendas de nueva planta con menos de 50 metros cuadrados, con el objetivo de garantizar unos mínimos de habitabilidad y dignidad residencial.

Además, proponen establecer tasas urbanísticas y fiscales específicas para este tipo de alojamientos, de manera que contribuyan proporcionalmente a su impacto en la ciudad.

Por último, plantean regular las viviendas de media estancia —a partir de 11 días— dentro de una categoría propia, para evitar que se eluda la normativa mediante fórmulas aparentemente legales. Con estas propuestas, Compromís reafirma su compromiso con el derecho a la vivienda y la lucha contra la turistificación de los barrios.

“Flexiliving es un hotel, no una casa”

Papi Robles ha concluido con un mensaje contundente: “Si parece un hotel, funciona como un hotel y cobra como un hotel, debe ser tratado como un hotel”. Desde Compromís defienden que la vivienda debe ser un derecho y no una mercancía. “Valencia no puede convertirse en un parque temático inmobiliario para inversores. Es una ciudad para vivir, y lucharemos para que siga siéndolo”, ha afirmado Robles.

La formación valencianista ha reiterado su compromiso con la ciudadanía que sufre la angustia de ser expulsada de sus barrios y ha asegurado que continuará trabajando para garantizar que Valencia sea una ciudad habitable y justa para todos y todas.