La formación valencianista traslada y hace extensiva al resto de la ciudad la reclamación de los vecinos de la calle Aaron Vidal de Malilla, en la que, como en muchos otros barrios de València, padecen la constante circulación de vehículos motorizados por su calle peatonal sin que la Policía Local haga su trabajo para evitarlo sancionando a los infractores.

Una campaña de dos semanas de la Policía Local centrada específicamente en el control de la circulación y estacionamiento no autorizado de vehículos motorizados en aceras, zonas peatonales, carriles bus, pasos de peatones, cebreados y resto de espacios en los cuales está terminante prohibido tanto en la normativa estatal como en la municipal. Eso, tan breve y sencillo, es lo que Compromís per València reclamará de nuevo los próximos días a través de la Junta de Distrito de Patraix al gobierno de María José Catalá. El objetivo: proporcionar la máxima protección a los peatones y al resto de actores más vulnerables en la vía pública.

Coches aparcados en una calle peatonal justo detrás de la señal que recuerda que está terminantemente prohibido,

La propuesta parece sencilla y fácil de cumplir, pero sus ponentes, que trasladan multitud de reclamaciones vecinales que no se están escuchando en los últimos dos años de gobierno de PP y Vox, no tienen muy claro que vaya a prosperar. “Conseguir que el gobierno de Catalá realice una campaña de dos semanas centrada en los vehículos motorizados después de dos años de la total impunidad de las infracciones que ha llevado a la situación actual es un acto revolucionario. Nadie espera que el PP y Vox vayan a sancionar a los infractores, cuya desvergüenza y abusos se han disparado desde la llegada a Catalá a la alcaldía. Pero nunca es tarde para rectificar y empezar a ponerse de lado de los vecinos y del civismo”, apunta el que fuera concejal de Movilidad Sostenible, Giuseppe Grezzi.

De ahí que la formación valencianista proponga para empezar esta campaña, exigiendo además al gobierno municipal el compromiso de dar continuidad a la vigilancia policial del total cumplimiento de las ordenanzas en cuanto a estas áreas de especial importancia y protección peatonal y para favorecer la seguridad vial por parte de los vehículos motorizados. València, cabe recordar, tenía marcado el objetivo de Visión Cero de conseguir cero accidentes mortales y graves al año en la ciudad, pero lejos de eso, el descontrol del tráfico y la falta de sanciones al mismo se ha traducido en un incremento dramático de los atropellos mortales y muy graves en los últimos meses.

“Esos accidentes podrían haberse evitado en buena medida si los causantes tuvieran la percepción de que en València no se permiten las infracciones al volante, pero esa no es la sensación que se transmite al ver que se puede circular y estacionar impunemente en calles peatonales. Al contrario, cada día es más fácil ver a coches y motos saltarse semáforos en rojo, circular por aceras o en dirección contraria, porque la sensación de impunidad de las infracciones que lanza el gobierno de Catalá es total”, lamenta Grezzi.

“Por eso esperamos que Catalá recoja este guante, trasladando las reclamaciones que ya le han realizado sin éxito los vecinos de Aaron Vidal, así como los de Pepita Samper la Plaza de Sor Guillermina, la Plaza del Doctor Torrens, o la del Profesor Vicent Alcober, por no salir del Distrito”, resume Grezzi. “El clamor de la ciudadanía porque se frene la impunidad de los infractores de tráfico, que no es más que otra forma de corrupción amparada por el Partido Popular, es enorme y la alcaldesa tiene que desmarcarse de esa lacra cuanto antes si no quiere ser su principal responsable. Hay vidas en juego”, concluye el concejal de Compromís.