
- Compromís per València denuncia que el cambio de topónimo es “una maniobra de distracción política” que desprecia la lengua propia para esquivar los problemas reales de la ciudad: la limpieza, el descontrol de los apartamentos turísticos o la inaccesibilidad a la vivienda.
“Catalá vuelve a utilizar la lengua como arma de confrontación porque no tiene nada más que ofrecer a esta ciudad”, ha denunciado la portavoz de Compromís per València, Papi Robles, tras conocerse el informe filtrado por la alcaldesa para modificar el topónimo oficial de València.
“Es otra trampa de María José Catalá para desviar la atención de los verdaderos problemas de València: la suciedad de las calles, el descontrol de los apartamentos turísticos, el imposible acceso a la vivienda, el olvido de las personas más necesitadas, el aumento de la contaminación y del tráfico, o el negacionismo climático. Y lo hace inventando un conflicto donde no lo había. Llevamos ocho años utilizando la denominación única de València sin problemas, con normalidad y con consenso. Y ahora, de repente, se saca de la manga un debate filológico porque no tiene proyecto para la ciudad. Ya se lo dijo claramente Toni Nadal en el congreso del PP: los políticos no son filólogos”, asegura Robles.
Compromís per València considera que este informe es una “maniobra política de distracción”, hecho a medida para justificar un cambio que Catalá ya tenía previsto, con el objetivo de debilitar el valenciano y arrinconarlo en la ciudad. “El debate que se ha inventado Catalá, sinceramente, a la mayoría de la ciudadanía le resulta indiferente. Lo verdaderamente indignante es que la alcaldesa utilice recursos públicos para inventarse informes y reabrir disputas lingüísticas ya superadas”, ha insistido Robles. “Si a Catalá realmente le importara el valenciano, no habría eliminado los conciertos en valenciano de la Gran Fira, no hablaría exclusivamente en castellano en todos los actos oficiales, y nunca habría dicho que hablar valenciano es un defecto. Su historial habla por sí solo”.
La portavoz valencianista ha recordado también que la Acadèmia Valenciana de la Llengua es la única autoridad competente para establecer criterios lingüísticos en la Comunitat Valenciana, y que hay que respetar tanto el Estatut d’Autonomia como la Llei d’Ús del Valencià. “Si la señora Catalá quisiera trabajar por nuestra lengua, lo que tendría que hacer es escuchar a las instituciones que ya tenemos y dejar de manipular la lengua con fines políticos. Y, por supuesto, utilizar el valenciano de forma normal, no como una excepción, porque eso no hace más que despreciarlo. Y ya de paso, que se dedique a limpiar la ciudad y a recoger la basura, que eso sí que se lo agradeceremos todos los valencianos y valencianas”, ha remarcado Robles.
Para Compromís, el intento de modificar el topónimo forma parte de una estrategia más amplia de discriminación lingüística por parte del gobierno municipal. “Es indignante que el Ayuntamiento no garantice el valenciano en los actos oficiales, que lo excluya de la programación cultural y que solo lo recupere cuando quiere enfrentarnos entre nosotros. Esta ciudad necesita menos crispación y más convivencia. Y eso exige respetar la lengua propia y trabajar por la igualdad real entre las dos lenguas oficiales”.