• Robles: “No podemos permitir que haya vecinos que sufran cinco grados más que otros en la misma ciudad”
  • Compromís lamenta que Catalá plante cada vez menos árboles y tenga más alcorques vacíos

Según datos del Centro de Estudios Ambientales del Mediterráneo (CEAM) y estudios recientes como el de la Universitat Politècnica de València, las diferencias térmicas entre barrios de la ciudad pueden llegar a ser de hasta cinco grados, y las olas de calor, como la que sufrimos actualmente, están vinculadas a un aumento de la mortalidad en personas mayores y vulnerables. En Els Orriols, Malilla, Torrefiel o Patraix son recurrentes las noches tropicales persistentes, sin descenso térmico suficiente para el descanso, mientras que zonas como el entorno de la Alameda, con más arbolado y sombra, registran condiciones mucho más soportables. Por ello, Compromís per València pide que el Ayuntamiento priorice las renaturalizaciones y las acciones para combatir el cambio climático en aquellos barrios que más sufren el calor.

La portavoz de Compromís per València, Papi Robles, ha reclamado hoy que el Ayuntamiento de València impulse de manera urgente un plan de renaturalización y adaptación climática que dé prioridad a los barrios que registran las temperaturas más elevadas, con el objetivo de conseguir una ciudad más equilibrada y habitable frente a las olas de calor cada vez más frecuentes. “Tenemos evidencias científicas de dónde se debe actuar, ¡pues hagámoslo!”, ha reclamado. “Lamentablemente, hemos comprobado cómo el gobierno de Catalá no planta árboles, cada vez tiene más alcorques vacíos y ha utilizado la Capital Verde Europea como una operación de marketing completamente vacía de contenido y acciones”, ha lamentado Papi Robles. 

Entre los puntos más calientes de la ciudad se encuentran el polígono de Vara de Quart y barrios como Benicalap, el Calvari, Torrefiel, Orriols, Russafa, Malilla o Nou Moles. La portavoz de Compromís, Papi Robles, explica que estas diferencias “no son solo un dato climático, sino un problema de desigualdad ambiental y de salud pública que afecta especialmente a personas mayores, niños y colectivos vulnerables. El gobierno de Catalá debe asumir que la lucha contra las altas temperaturas debe priorizar los barrios con peores condiciones climáticas. Hay que actuar con criterios claros: invertir más y antes en los barrios más afectados, donde el asfalto, la falta de zonas verdes y la densidad urbana multiplican el efecto isla de calor”.

Una propuesta de futuro

En este sentido, Compromís ha recordado que hace unas semanas presentó el Plan Refresca València, una propuesta integral para reducir la temperatura urbana y proteger la salud de la ciudadanía. Este plan contempla, entre otras acciones, plantar árboles de gran porte y sombra en ejes viarios y plazas especialmente castigadas por el calor, como la avenida del Cid, la avenida de Gaspar Aguilar o la plaza de la Fonteta. También propone instalar cubiertas y pérgolas verdes en espacios públicos, mercados y entornos escolares, con vegetación autóctona y sistemas de riego eficiente. Entre las medidas destaca también abrir patios escolares y equipamientos municipales (como bibliotecas y centros cívicos) como refugios climáticos con horarios ampliados durante las olas de calor, incrementar las fuentes de agua potable y puntos de refresco en parques, zonas comerciales y ejes de gran afluencia, especialmente en zonas con menos sombra; y sustituir pavimentos y superficies por materiales que reduzcan la acumulación de calor y permitan la filtración de agua, reduciendo así el efecto isla de calor y favoreciendo la biodiversidad urbana.

“La renaturalización no es solo plantar árboles: es rediseñar el espacio público para hacerlo habitable todo el año. Esto implica sombra, agua, materiales que no quemen y espacios donde refugiarse en días críticos. Lo que proponemos con Refresca València es una estrategia real e inmediata para salvar vidas y mejorar la calidad de vida”, ha afirmado Robles.

Para Compromís, “si el Ayuntamiento no actúa ahora, lo que tendremos es una ciudad con barrios de primera y barrios de segunda también en materia climática. Es una cuestión de justicia y de igualdad de oportunidades frente a la emergencia climática. Hay que poner la salud de las personas por delante de cualquier otra consideración”.