• La formación presenta una moción al pleno en busca de un consenso para revertir el aumento de tráfico generado por el cambio de la política de movilidad en los dos primeros años de gobierno de PP y Vox, regresar a la senda positiva de 2015-2023 y reducir el número de muertes causadas por la contaminación en la ciudad.
  • Grezzi: “Catalá aún tiene en su mano no pasar a la historia como la alcaldesa de los cuatro años perdidos para València”.

“En la lucha contra los efectos del cambio climático cada año cuenta y cada actuación realizada para paliarlos o ignorándolos es vital. En ese sentido València había emprendido un camino en 2015, encaminado claramente a hacer frente a las olas de calor y los desastres de las nuevas tempestades, pero eso se paralizó con la entrada del gobierno de PP y Vox que reintrodujeron el tráfico en la ciudad. Los efectos negativos, por desgracia, han sido inmediatos, pero quizás eso no deje de ser una buena noticia, porque hace evidente la necesidad de rectificar. Y eso es lo que pediremos a Catalá y sus socios el próximo lunes”.

Así ha resumido el concejal Giuseppe Grezzi, el espíritu y el impulso de la moción que el grupo municipal de Compromís ha registrado para su debate en el pleno del Ayuntamiento de València el próximo lunes, con el objetivo de revertir el incremento del tráfico rodado y de la contaminación registrado en los dos primeros años del gobierno de PP y Vox. La iniciativa aspira a un consenso entre todas las fuerzas políticas para recuperar la tendencia de reducción del tráfico que vivió la ciudad entre 2015 y 2023, cuando València se alineó con las principales capitales de Europa (París, Londres, Lyon, Berlín, Amberes, Ginebra, Copenhague, etc.)  y realizó una fuerte apuesta por recuperar espacio público del tráfico y apostar decididamente por la movilidad sostenible. 

“Catalá paralizó ese impulso con su llegada y es coherente con lo que prometió, pero el resultado es totalmente negativo, y es irracional y contrario a los intereses de la ciudad no corregirlo”, sostiene Grezzi. Y los datos les avalan. Según los registros oficiales de la red municipal de Gestión del Tráfico, desde el cambio de gobierno se ha producido un aumento del 4,9% de los desplazamientos en vehículo privado en toda la ciudad, con picos del 12,7% en el centro histórico. Este incremento supone alrededor de 150.000 movimientos más al día y se traduce en un deterioro de la calidad del aire que, según estudios científicos de la UPV, ya supera los límites recomendados por la Organización Mundial de la Salud en más del 90% de los puntos medidos en la ciudad.

“Las decisiones sobre el tráfico tienen un coste humano para València. Más coches significan más contaminación, y eso se traduce en más muertes prematuras evitables. Nuestra moción busca que el Ayuntamiento actúe con responsabilidad, ponga la vida y la salud de las personas en el centro y retome la senda positiva que esta ciudad ya había iniciado”, ha señalado Giuseppe Grezzi.

Medidas que “lanzan un mensaje”

Para ello, Compromís plantea un conjunto de medidas urgentes y estructurales para reducir el tráfico, recuperar la confianza en el transporte público y garantizar un aire más limpio. Entre ellas estarían revisar la Zona de Bajas Emisiones (estableciendo un perímetro más eficaz, un calendario claro, sistemas de control de acceso y ayudas a quienes tengan vehículos más antiguos); recuperar la renaturalización de Pérez Galdós y Giorgeta (avanzando en la supresión del túnel y en la creación de un eje verde “apostando firmemente por la minimización del tráfico actual, no por su mantenimiento como se pretende”); revisar el Plan Director de la EMT incorporando la participación vecinal y asegurando la conexión con los pueblos del sur de València; o recuperar la prioridad del transporte público en la calle Colón (reinstaurando el doble carril reservado para autobuses y taxis que se eliminó, lo que disparó el tráfico en el centro histórico).

“Estas medidas no solo tendrían un efecto inmediato en la calidad de vida en la ciudad, sino que solo el hecho de adoptarlas por todo el pleno tendría un efecto clave: lanzar el mensaje de que València rechaza las supercherías y cree firmemente en la necesidad de proteger a sus vecinos de las adversidades del cambio climático y los efectos nocivos de la contaminación”, resume Grezzi. En los tiempos que corren, “de fake news y auge de la extrema derecha, el mensaje es también fundamental, y el gobierno municipal debe decidir en qué lado está”, concluye el concejal valencianista.