• El objetivo es alcanzar los 10.000 apoyos, los mismos que se necesitarían para impulsar una ILP
  • La portavoz Papi Robles destaca la “respuesta masiva e inmediata” de la ciudadanía a la campaña ‘Que no te tiren’

La campaña de Compromís per València para exigir que se tope el precio de los alquileres ha superado en solo 48 horas el millar de firmas, tanto a través de la web quenotetiren.com como en las primeras mesas instaladas en los barrios. Una cifra que, según la portavoz Papi Robles, “demuestra que la vivienda es el gran problema de la ciudad y que la ciudadanía quiere soluciones ya, no dentro de unos años cuando ya sea demasiado tarde”.

La concejala valencianista ha calificado la respuesta ciudadana de “masiva y alentadora”. “En solo dos días ya tenemos más de mil firmas. Es la prueba de que la gente está harta de ver cómo cada día más familias son expulsadas de sus barrios mientras Catalá guarda en un cajón las soluciones que ya están aprobadas. Queremos vivir en València, no ser expulsados de ella”, ha reclamado Robles.

La campaña, que pretende recoger al menos 10.000 firmas —la misma cifra necesaria para impulsar una Iniciativa Legislativa Popular en Les Corts Valencianes—, estará en marcha hasta el mes de diciembre con más de 20 puntos de información y recogida de firmas en los barrios de València.

“En el último año más de 3.000 personas han tenido que abandonar la ciudad por el aumento desbocado del alquiler y la presión turística. Si la tendencia sigue, hablaremos de 12.000 expulsiones al año. Esto es un auténtico drama social y demográfico, y ante ello solo hay una solución inmediata: aplicar la declaración de ciudad tensionada para poder topar los precios del alquiler”, ha insistido Robles. “El alcalde Joan Ribó firmó la petición antes de dejar el gobierno municipal, pero lo primero que hizo Catalá fue retirarla. Solo ese gesto demuestra lo alejada que vive de la realidad y, lo que es peor, que trabaja para favorecer a los especuladores”.

La portavoz de Compromís ha remarcado que la medida “ya funciona en ciudades como Barcelona o Pamplona” y que “solo la obstinación de Catalá en gobernar de espaldas al vecindario impide que València pueda aplicarla”. “Nosotros no nos resignamos. La gente quiere una ciudad habitable y digna, no un decorado turístico para ricos. Y esa es la voz que estamos recogiendo con esta campaña”, ha concluido Robles.