• Compromís denuncia que la moratoria de Catalá es “pura hipocresía” porque no controla ni los inmuebles propiedad del Ayuntamiento de València

La turistificación de la ciudad salpica incluso al propio Ayuntamiento de València. El edificio de 134 viviendas que la alcaldesa Catalá ha anunciado que comprará en La Torre se ha llenado en pocas semanas de 9 apartamentos turísticos que han colonizado casi todos los bajos de la manzana. “Es una situación que roza el surrealismo. Catalá nos habla de moratorias e inspecciones, pero la realidad es que en València no dejan de aparecer nuevos apartamentos turísticos, incluso en propiedades municipales. Es un episodio más del sinsentido que está provocando la turistificación en València”, señala la portavoz de Compromís per València, Papi Robles, que llevará el asunto al Pleno.

“La gran paradoja es que el edificio que el Ayuntamiento de València comprará con la opción de tanteo y retracto es para destinarlo a alquiler asequible, concretamente para el vecindario que ya vive en estas viviendas. Recordemos que la alcaldesa se ha visto forzada a hacerlo ante la profunda crisis de la vivienda que sufre València, potenciada por una turistificación desbocada”, ha explicado Robles. La razón es que, como recuerda la concejala valencianista, el PP siempre se ha opuesto a hacer uso del mecanismo de tanteo y retracto, y solo la presión de los medios de comunicación y de los grupos de la oposición les ha obligado a dar el paso.

El edificio está situado en la calle Paz Azzati Cutanda, en el barrio de Sociòpolis, en la pedanía de La Torre. Con 134 viviendas, un fondo buitre quería comprarlo por solo 67.000 euros cada piso —muy por debajo del precio de mercado—, con lo que existía un alto riesgo de expulsión del vecindario que ya vivía de alquiler en este bloque. Finalmente, el Ayuntamiento se comprometió a su compra, aunque esta aún no es efectiva.

La portavoz de la formación, Papi Robles, tacha de “increíble” lo que está pasando en València: “Incluso en un edificio que ha comprado el Ayuntamiento para garantizar vivienda, nos encontramos con bajos convertidos en apartamentos turísticos. Esta es la imagen más clara de la hipocresía de Catalá: habla de moratoria, pero no controla nada. En lugar de dar servicios a un barrio como Sociópolis, golpeado por la dana y necesitado de recursos, lo dejan en manos de la especulación”.

Sin control municipal

Compromís per València ha recordado que la solicitud de licencia de cambio de uso data de mayo de 2024, antes de la moratoria, pero en cualquier caso la medida no afectaba a los Pobles del Sud porque PP y Vox rechazaron incluirlos, pese a las peticiones de la formación valencianista.

La regulación de apartamentos que está tramitando el Ayuntamiento es muy permisiva y, como ya estamos viendo, extenderá el problema a toda la ciudad. Es un queso gruyer que deja espacios para que aparezcan más apartamentos en toda València. “Ya denunciamos en julio que había obras para apartamentos turísticos que avanzaban sin ninguna supervisión, y este es un ejemplo más de lo que está pasando en toda la ciudad”, ha apuntado Robles.

Compromís considera que la situación demuestra la incoherencia del gobierno municipal: “Catalá vende la moratoria como una gran solución, pero la realidad es que han dejado agujeros legales, han excluido zonas enteras y no supervisan ni siquiera sus propios edificios. Es la hipocresía convertida en política”, ha denunciado Robles.

Zona dana y necesidad de servicios

La portavoz ha puesto el acento en la situación especialmente delicada del barrio: “Hablamos de una zona afectada por la dana, donde aún faltan recursos y servicios básicos como en Sociópolis. En lugar de dedicar los bajos a cubrir necesidades vecinales, permiten que se conviertan en apartamentos turísticos. Es una auténtica locura y una prueba más de la pasividad de Catalá”.