• La portavoz de Compromís per València, Papi Robles, reclama una ciudad “libre de extrema derecha, de la que, lamentablemente, forma parte la alcaldesa”

Compromís per València ha hecho balance de los dos años de presencia de Vox en el gobierno municipal —triste efeméride que se cumple mañana—, una etapa que la portavoz de la coalición, Papi Robles, ha calificado como “dos años de retrocesos, de desmantelamiento de servicios y de institucionalización del odio que, lamentablemente, han seducido a Catalá, que ha asumido ese marco terrible”.

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Según Robles, la entrada de Vox en el gobierno municipal el 19 de octubre de 2023, con el aval de la alcaldesa María José Catalá, “abrió la puerta a la normalización de la extrema derecha en nuestra ciudad”. “Ya hace dos años que Catalá siguió el ejemplo de Mazón y normalizó los marcos de la extrema derecha en el gobierno municipal. Y eso ha tenido consecuencias reales: se ha institucionalizado el odio, se han revertido políticas de igualdad, ha bajado la calidad de los servicios públicos, se han desatendido las necesidades de la gente, se niega el cambio climático y las vecinas de esta ciudad estamos cada día más desprotegidas”, ha afirmado la portavoz valencianista.

Un gobierno que desvía el foco de los problemas reales

Para Compromís, el gobierno de PP y Vox ha optado por “imponer batallas simbólicas y fabricar enemigos imaginarios para tapar su ineficacia”. Según Robles, “han dejado de abordar los problemas que realmente importan, como el acceso a la vivienda, la precariedad, los bajos salarios, el deterioro de la limpieza o la pérdida de frecuencias en el transporte público”.

La portavoz denuncia que el gobierno de Catalá y Vox ha consolidado un modelo de ciudad “que expulsa al vecindario y encarece la vida”. Entre los ejemplos, la coalición cita “la permisividad con los apartamentos turísticos en barrios populares, la banalización del odio o la destrucción del comercio de proximidad”.

“Están convirtiendo València en un parque temático mientras muchas familias ya no pueden pagar el alquiler”, ha señalado Robles, quien también ha recordado “la pérdida de espacios y programas clave para la igualdad y la convivencia”, como la desaparición de referencias al cambio climático en los estatutos de València Sostenible o la retirada de programas contra la violencia machista.

Un gobierno de inacción y sumisión

Compromís también critica “la inacción de los concejales de Vox, dos de los cuales no tienen competencias efectivas y cobran por no gestionar”, y señala la dependencia de Catalá “de un socio incómodo pero imprescindible para mantenerse en el poder”. “Eso sí que es una ‘paguita’ y un ‘chiringuito’ de los buenos”, sostiene Robles, quien añade: “El PP se ha arrodillado ante los postulados de Vox, y esa sumisión tiene consecuencias sobre la vida de la gente”.

Una alternativa de convivencia y esperanza

Ante este escenario, Compromís reivindica una oposición “firme, seria y con propuestas”. Según Robles, “València debe ser una ciudad libre de extrema derecha, donde mejore la convivencia y no aumente el miedo. La verdadera seguridad se siente con una sanidad que funcione, un transporte público eficiente y puntual, unos espacios públicos cuidados, una vivienda asequible y unos barrios vivos”.

La portavoz asegura que desde Compromís, “la extrema derecha siempre nos tendrá enfrente”. “Continuaremos dando la batalla por la esperanza: volveremos y echaremos a quienes están haciendo retroceder a València”, ha concluido.