- Compromís sospecha que la inclusión por una vía excepcional de un reglamento como el de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) que sigue un proceso ordinario y reglado podría deberse a la ilegalidad de algunos de sus planteamientos, como por ejemplo la modificación del PMUS.
- Como denuncia Giuseppe Grezzi, esta operación inédita supone un “secuestro de la democracia en el ámbito municipal” porque su tramitación podía cumplir los trámites ordinarios y ahora impide la participación ciudadana.
¿Qué impidió al partido Popular y Vox incluir en el pleno actual el punto para ratificar la aprobación de su reglamento para la ZBE si ya pasó el trámite previo de la comisión de pleno? Algo extraño sucedió el pasado jueves cuando la convocatoria y el orden del día del Pleno ordinario programado para mañana martes se enviaba pasadas las 22 horas cuando la hora habitual de hacerlo es antes de las 15. En un primer vistazo nada parecía llamar la atención sobre la planificación del mismo, pero observada en contexto no fue difícil encontrar la anomalía y se trataba de una ausencia: la del punto para la ratificación plenaria del reglamento de la ZBE.

“La aprobación de los reglamentos es un proceso reglado y ordinario, que tiene sus etapas fijas y consecutivos de exposición pública, alegaciones, respuesta a las mismas, modificación si procede, aprobación en comisión y aprobación en el pleno; y sorpresivamente el paso más sencillo —prácticamente automático—, que es el que se da entre las dos últimas pasos se ha visto interrumpido”, describe el concejal de Compromís Giuseppe Grezzi, que como concejal de gobierno responsable de la aprobación de diferentes ordenanzas y actuaciones en las dos pasadas legislaturas que pasaron por el mismo proceso, conoce el mismo perfectamente.
Sin la documentación necesaria
Para Compromís la principal sospecha es que el gobierno municipal se habría dado cuenta a última hora, después de la aprobación provisional en Comisión, que la tramitación adolece de la documentación necesaria, tal y como reconoce expresamente el Informe Ambiental y Territorial Estratégico (IAT-E) emitido por la Comisión de Evaluación Ambiental el 8 de septiembre de 2025 declara favorable la modificación puntual del PMUS para la inclusión de la ZBE, pero introduce observaciones de gran relevancia.
En particular, el IAT-E reconoce expresamente que, si bien la ZBE podría contribuir a mejorar la calidad del aire, resulta insuficiente para garantizar el cumplimiento de los valores límite establecidos en la Directiva (UE) 2024/2881, señalando superaciones previstas de NO₂ en las estaciones Centro y Olivereta en el horizonte 2030. Además, conforme al artículo 46.3 del TRLOTUP, el órgano ambiental debe valorar los efectos significativos de un plan, y al artículo 53 del mismo texto, el planeamiento debe integrar las determinaciones del informe ambiental. A su vez, la Ley 7/2021 de Cambio Climático (art. 14.3) obliga a los municipios de más de 50.000 habitantes a implantar medidas eficaces que reduzcan las emisiones derivadas de la movilidad.
En cualquier caso, como apunta Grezzi, “lo que no puede hacer Catalá en ningún caso es saltarse la tramitación legal que existe precisamente para garantizar en la medida de lo posible la limpieza de los procedimientos y la mínima participación ciudadana. La incapacidad de sus concejales para hacer las cosas en tiempo y forma no es excusa para impedir a la ciudadanía participar en un punto del pleno, y por supuesto, tampoco lo sería que estuvieran encubriendo de alguna manera algún defecto formal en la tramitación del reglamento”. Por ese motivo, desde Compromís exigen la rectificación inmediata de la inclusión del punto de la ZBE en el Pleno por la vía extraordinaria y, si procede porque consideran que todo está en regla, la programación de un pleno con la finalidad de subsanar su error. “Nos reservaremos todas las acciones legales que sean necesarias para hacer cumplir la ley y disponer de un plan de ZBE que reúna las condiciones para que sea útil para mejorar la calidad del aire y el las condiciones de vida en la ciudad de València”, concluye Grezzi.