• Emivasa dejará de cobrar el recargo del canon de saneamiento, pero introducirá este nuevo concepto a partir de octubre y hasta 2031
  • El recibo del próximo año contemplará las subidas de la tasa Tamer, el nuevo impuesto de la basura y también el de inversiones

Compromís ha advertido de que el recibo del agua que pagarán las familias valencianas en 2026 incorporará una nueva subida encubierta como consecuencia de la repercusión directa de las obras de inversión previstas en el servicio de Emivasa. El concejal Sergi Campillo ha explicado que, aunque la empresa mixta dejará de cobrar el recargo del canon de saneamiento, el gobierno municipal introducirá un nuevo concepto en el recibo que se aplicará a partir del mes de octubre y se mantendrá hasta el año 2031. Un concepto que se multiplica un 744%, según la tabla propuesta por Emivasa.

Emivasa, que mañana lleva este incremento a votación —y ante el que Compromís votará en contra—, plantea esta “tarifa de inversiones”, un aumento muy significativo del recibo del agua durante seis años para financiar un plan quinquenal. La cuota base de la tarifa de inversión pasa de 0,403 euros al mes en 2025 a 3,403 euros al mes en 2026 para los contadores domésticos más habituales. Es decir, se multiplica por más de ocho en solo un año. Un incremento del 744% que el gobierno pretende presentar como neutro para la ciudadanía. La tabla de tarifas muestra subidas muy elevadas para contadores de mayor diámetro, correspondientes a comercios, industrias y servicios. En algunos casos, el recibo mensual pasa de decenas a cientos de euros. Esto penaliza especialmente al pequeño comercio, la actividad productiva y los servicios esenciales.

Tabla de incrementos de Emivasa.

Campillo ha señalado que esta decisión debe analizarse junto al resto de incrementos ya aprobados. El recibo del agua del próximo año incluirá también la subida del impuesto metropolitano de residuos —la tasa Tamer— y la nueva tasa de la basura, una acumulación de cargas que, según ha advertido, tendrá un impacto directo en la economía doméstica de muchos hogares. Solo la tasa de la basura aumentará entre 120 y 360 euros, en función del consumo de agua.

El concejal de la coalición valencianista ha remarcado que esta situación vuelve a castigar a las familias. Y ha recordado que a partir del 1 de enero también aumentará el precio del bonobús de la EMT en más de tres euros porque València no cuenta con zona de bajas emisiones, y que el gobierno de Catalá también ha aprobado una subida del ICIO. “Cuando se miran todas estas medidas en conjunto, lo que se ve es que cada vez cuesta más vivir en València, mientras el gobierno de Catalá pregona que baja impuestos. Es totalmente falso”, ha afirmado.

Sergi Campillo ha querido dejar claro que las inversiones en el ciclo integral del agua son necesarias para garantizar la seguridad del servicio y su capacidad de respuesta ante situaciones de emergencia. No obstante, ha advertido de que hay que ser “honestos” con la ciudadanía y explicar “que el coste final de estas inversiones acabará repercutiendo en el recibo”. Compromís considera que debería ser el propio Ayuntamiento, con fondos propios, quien asumiera esta nueva subida encubierta “porque, al fin y al cabo, son inversiones de la red”.

Desde el primer partido de la oposición han puesto el acento en el contexto actual, con los alquileres en máximos históricos y una presión creciente sobre las economías familiares. Campillo ha recordado que el recibo del agua lo pagan mayoritariamente las personas arrendatarias, no los propietarios, y ha defendido que el gobierno municipal debería buscar fórmulas de financiación más equilibradas. “No se trata de cuestionar las inversiones, sino de no cargar sistemáticamente el peso sobre quien menos margen tiene”, ha concluido.