Compromís per València critica la parálisis de las políticas verdes de la ciudad que afecta, como señala el concejal Sergi Campillo, tanto a los barrios como a los grandes proyectos de ciudad “como hemos visto con el Parque de Desembocadura que Catalá ha mantenido 10 meses bloqueado porque estaba haciéndole una pensaeta”. Campillo acusa a la alcaldesa de mentir a todos los vecinos y vecinas “porque prometió que en el año de la Capital Verde Europea no habría ningún alcorque vacío en la ciudad, y la realidad es que tiene 4.000 sin árboles y otros 710 con árboles muertos”.

El concejal de Compromís per València Sergi Campillo explica que estos datos, basados en las respuestas oficiales que ha hecho el gobierno a preguntas del Grupo municipal, «no pueden ser más desoladores y preocupantes». En abril había prácticamente 4.000 alcorques sin árboles en la ciudad y 710 con árboles muertos, “una cifra altísima teniendo en cuenta que en la ciudad hay 63.311 alcorques, esto es un 7,3 por ciento del total”. Sin embargo, como destaca Campillo, que “desde el gobierno de Joan Ribó dejamos unas contratas de jardinería reforzadas con más presupuesto para plantación. En concreto, el contrato del arbolado de viario aumentó un 80% respecto al contrato anterior del PP y también dejamos terminado un contrato de suministro de arbolado. Por tanto, desde noviembre de 2023, que es cuando comienza la campaña de plantación, hasta mayo de 2024, que es cuando termina, se habrán plantado gracias a estas contratas alrededor de 2.000 árboles. Sin embargo, Catalá mantendrá 4.000 alcorques sin árboles en nuestra ciudad y cuando acabe el año subirá a 5.000 con toda probabilidad”.

Con estos datos, el concejal de Compromís acusa a Catalá de mentir, “porque ella misma dijo que en el año de la Capital Verde Europea lo mínimo que cabía esperar de una ciudad era que tuviera todos los alcorques con árboles, pero cómo podemos comprobar no lo cumplirá. Este gobierno que acaba de empezar parece un gobierno agotado, con pocas ganas de trabajar y sobre todo profundamente mentiroso”. También recuerda que “desde que Catalá es alcaldesa han abatido o se han caído 744 árboles en esta ciudad, una de estas caídas con heridos, cuando ella se dedicó a criticar en la oposición cuando debíamos abatir árboles por cuestiones de seguridad”.

Por otra parte, Compromís denuncia «un panorama igual o más desolador en lo que se refiere a las inversiones en jardines». El concejal Sergi Campillo explica que “a 31 de marzo en jardinería se habían ejecutado el 0 por ciento de las inversiones y en estos momentos, de los más de 7 millones de euros previstos por el área de parques y jardines, existe en licitación únicamente la obra del nuevo jardín de biodiversidad en el tramo VI del Jardín del Turia, un proyecto financiado de fondos Next Generation y que dejamos prácticamente finalizado desde el gobierno de Joan Ribó. También está a punto de salir a licitación la construcción de los nuevos huertos urbanos de Orriols, de nuevo un proyecto heredado de nuestro gobierno, también con fondos Next Generation. Entre estos proyectos suman en 2024 un total de 369.753,13 euros en 2024. Es decir, que en licitación o a punto de salir a licitación, tenemos un porcentaje del 5% del presupuesto. Pero ninguna obra importante comenzada. Una situación de completo bloqueo en la ejecución de inversiones en infraestructura verde, en pleno año de la Capitalidad Verde Europea”.

Ante esta situación de parálisis del gobierno de Catalá, Campillo insiste en el plan de Compromís para la plantación de 20.000 árboles en los próximos años. “Desde nuestra experiencia de gobierno, después de haber plantado más de 13.000 árboles en 8 años, reiteramos que debería ponerse en marcha este plan específico priorizando, además, los árboles en las calles y plazas”. También pone énfasis en la necesidad de elaborar un Plan Director del Arbolado con perspectiva climática, “es de absoluta necesidad, aunque este gobierno lo ha rechazado, poner en marcha este Plan Director del Arbolado para ir sustituyendo las especies de árboles más vulnerables al cambio climático acelerado que sufrimos por otras más resilientes y para introducir árboles de viario en los barrios con menos arbolado”. Para Campillo, el rechazo de Catalá a crear «este plan es una decisión irresponsable, necesitamos una planificación estratégica que responda a las necesidades de nuestros barrios para las próximas décadas».