La formación valencianista, a través de su concejal y anterior responsable de Movilidad Sostenible Giuseppe Grezzi, ha anunciado que llevará al Pleno su petición al gobierno del Partido Popular de que realicen una labor continuada de cumplimiento de la ordenanza de Movilidad para acabar con la impunidad de los infractores.

Lo ha hecho tras constatarse el fracaso para garantizar la seguridad vial de las diferentes campañas temporales realizadas durante los últimos meses por el concejal Carbonell y a raíz del último gran accidente ocurrido en València, tan solo semanas después de que el gobierno se negara a atender la petición de Compromís de realizar controles de velocidad en la ciudad.

 “Puede que para el Partido Popular anunciar la infracción concreta del código de circulación que vas a perseguir y el plazo de tiempo en que vas a controlarla les parezca una gran idea, pero a todas luces es un gesto inútil para mejorar la seguridad vial. Es como si la policía avisara a los ladrones de la semana que va centrarse en proteger un banco y no el resto”, describe Grezzi.

Pese a ello, recuerdan desde Compromís, es a lo que se ha dedicado el gobierno del Partido Popular desde su acceso a la alcaldía de València. Primero, en campañas centradas en perseguir a usuarios de bicicleta y vehículos de movilidad personal y en la última semana, a raíz de las quejas de los usuarios por el deterioro del servicio de la EMT y de los abusos de los infractores en los espacios peatonales, por primera vez en relación al uso ilícito de coches y motos del carril EMT-Taxi.

Sin embargo, recuerda Grezzi, el gobierno de María José Catalá ha hecho oídos sordos a las advertencias continuadas de Compromís de la necesidad de un control continuado de las infracciones de tráfico, especialmente cuando todo apuntaba a que estaban aumentando en paralelo al incremento del tráfico, consecuencia del efecto llamada de las política car-friendly del PP.

“Sin ir más lejos, en febrero, alarmados por el evidente descontrol en la ronda norte consultamos al gobierno por las medidas de pacificación y control realizadas y a realizar y su respuesta fue que en seis meses no habían hecho ninguna acción de pacificación y que su función principal era procurar la fluidez del tráfico rodado”, relata el extitular de Movilidad Sostenible. “Las consecuencias de confundir fluidez de tráfico con no realizar ningún control y permitir saltarse los límites de velocidad a nadie se le escapan. Es terrible”, lamenta.

Por eso, coincidiendo hoy con un nuevo balance de sanciones de una infracción puntual por parte del concejal Carbonell, Compromís ha anunciado que trasladará al pleno su petición de un control continuado de las infracciones de tráfico. “El exceso de velocidad, la circulación y el aparcamiento en aceras, la desobediencia semafórica, no han de perseguirse solo dos semanas al año. Han de sancionarse todos los días. Solo así acabarán desapareciendo. Carbonell y Catalá disponen de agentes para hacerlo. Solo les faltan las ganas”, ha concluido Grezzi.