El concejal Giuseppe Grezzi confirma con datos facilitados por el Ayuntamiento cómo los agentes bajo el mando del PP solo sancionan a los infractores previo aviso para dejar de multar inmediatamente después de terminar sus “campañas”.

El PP pasa de imponer centenares de multas al día durante sus “campañas” a no sancionar a nadie por el mismo concepto con una semana de diferencia.

La formación valencianista exige a Catalá hacer cumplir la ordenanza de Movilidad y dejar de tratar de convertir València en una ciudad “insegura y con un tráfico tercermundista”.

La práctica impunidad de los infractores regresa a la ciudad inmediatamente después del final de cada una de las campañas de tráfico específicas organizadas por el gobierno municipal. Así lo han acreditado de nuevo los datos facilitados por el propio concejal de Policía, Jesús Carbonell, a preguntas de Compromís sobre la cantidad de sanciones impuestas a los vehículos privados que hacen un uso no autorizado del carril EMT-Taxi.

En ellos se puede comprobar que, en los días inmediatamente posteriores a aquellos en los que el gobierno municipal ordenó a los agentes de Policía hacer cumplir en concreto las normas que protegen el uso exclusivo del carril EMT-Taxi a este transporte público y sancionar a los infractores, los agentes regresaron a las órdenes previas dejando prácticamente de sancionar unas infracciones que se seguían produciendo “con la misma o mayor intensidad, dado que el concejal avisa siempre de cuando se multa una determinada infracción y cuando, a lo sumo, se permite a los agentes reprender oralmente a los infractores”, advierte Grezzi, ex titular de Movilidad Sostenible.

En concreto, después de que Carbonell presumiera del número de sanciones de su “campaña” contra el uso irregular del carril bus ascendió a poco más de 1.000 en 11 días pese al elevadísimo incumplimiento de la ordenanza en ese sentido, los agentes a sus órdenes solo impusieron un total de 28 multas por el mismo concepto en el mismo periodo tiempo de las dos semanas inmediatamente posteriores. Pero pese a lo tremendo de las cifras, Carbonell trata de justificarse en su respuesta a Compromís. “Estos datos ponen de manifiesto la efectividad de la campaña desarrollada para sensibilizar sobre los perjuicios que provoca en el transporte público la ocupación no autorizada del carril bus-taxi” osa indicar el concejal de Policía y Tráfico del PP junto al cuadro de sanciones que acredita que, desde que acabó su ‘campaña’, sus agentes hay días que no ponen ni una sola multa en la ciudad a los centenares de coches y motos que circulan y estacionan en los carriles EMT-Taxi en todo momento.

Cuadro facilitado por el concejal Carbonell con las multas puestas por infringir la exclusividad de uso del carril EMT-Taxi en los 17 días posteriores a su ‘campaña’. Solo 28 en toda la ciudad.

“Que no multen a nadie no quiere decir que no hayan infracciones. Al contrario, cada vez hay más. Pero Carbonell y Catalá intentan a diario tomar el pelo a periodistas y ciudadanos con estas campañitas, aunque no engañan más que a los que se dejan engañar, porque las cifras y los resultados de su política populista y vacía de contenido saltan a la vista”, comenta Giuseppe Grezzi, que justo al concluir la esta última campaña certificó como en muchos carriles bus en los que la conflictividad y peligrosidad para usuarios del transporte público por culpa de los infractores, las infracciones se seguían produciendo. En cambio, en los datos aportados por Carbonell, sus agentes solo pusieron 28 multas en 17 días, y con curiosidades como que 7 de ellas se pusieron un domingo en la misma calle de Torrefiel, mientras que no se puso ni una sola multa en los puntos negros de esta infracción denunciados sistemáticamente por los conductores de EMT como Fernando El Católico, Conde de Trénor o Jacinto Benavente, por poner solo tres ejemplos (en otras, como la calle Colón, en el que las infracciones son continuadas, solo una).

“Si habláramos de unas políticas que ponen en riesgo la seguridad vial y la vida de las personas, quizá la desvergüenza del concejal Carbonell podría hacer gracia a algunos sectores más ultras, pero de lo que hablamos es de la vida de las personas y de las medidas que tomamos para protegerlas, y que el concejal de Policía se burle de la ley con estas campañas no hace gracia a absolutamente nadie en sus cabales”, advierte Grezzi. Por eso desde Compromís reclama una vez más a la alcaldesa Catalá que tome cartas en el asunto, detenga la política de campañas aisladas y fallidas de sanciones de tráfico y realice “un control constante, riguroso y continuado de las infracciones de tráfico, para que la ciudad mantenga la senda de mejora de las dos pasadas legislaturas y no retroceda hacia el modelo de tráfico contaminante y peligros propio de capitales tercermundistas impulsado por su gobierno en el último año”.