El gobierno municipal ha perdido la oportunidad que hoy le ha brindado Compromís para rectificar la actuación realizada para abrir al tráfico indiscriminado la confluencia de la avenida del Oeste, la calle San Vicente y la plaza de San Agustín donde se produjo el pasado mes de agosto el atropello mortal de una vecina de València.
“El cambio no ha tenido consecuencias” ha valorado hoy el concejal Carbonell en la comisión del pleno, en la que ha reconocido no obstante que el atropello se produjo al realizar el camión una maniobra de giro prohibida hasta los cambios introducidos por el gobierno del PP. “Fue el único camión que giró en una hora” de la avenida del Oeste a San Vicente ha repetido Carbonell en varias ocasiones, aportando un dato desconocido hasta la fecha y que corrobora la coincidencia de fase semafórica del camión y la víctima, desmintiendo la versión inicial filtrada a la prensa que trató de culpabilizar del atropello a la fallecida que circulaba por un paso de peatones semaforizado.
“Es terrible, aterrador, que el gobierno de Catalá, siendo consciente de que el atropello mortal se produjo en un giro que estaba prohibido y ellos autorizaron, y que se produjo además funcionando técnicamente como lo planificaron, sean incapaces de reconocer su error, rectificar, y anteponer la seguridad de las miles de personas que cruzan por allí a diario a su orgullo personal”, ha apuntado el concejal de Compromís, Giuseppe Grezzi, a la salida de la comisión. “Un atropello en unas calle del Centre Històric donde la velocidad está limitada a 30km/h, donde, si se respetaran estos límites, nunca debería haber una consecuencia tan grave”, lamenta Grezzi.
Cabe recordar que en la segunda legislatura de Compromís el tráfico se redujo sustancialmente en el entorno de la Plaza de San Agustín al limitar la salida de la avenida del Oeste por Sant Pau a EMT y Taxis y debiendo el tráfico privado abandonar el centro por la calle Quevedo, lo que reducía notablemente el tráfico de merodeo y daba prioridad a los peatones, cuya presencia es masiva en estas calles tan céntricas y comerciales de la ciudad. Sin embargo, una de las primeras medidas de María José Catalá al llegar al gobierno fue devolver la prioridad al tráfico indiscriminado, abriendo la intersección a todo tipo de vehículos en todas direcciones, lo que requirió reducir el tiempo de paso a los peatones en los pasos semaforizados y permitió a cualquier vehículo poder hacer el giro en el que se produjo el atropello mortal.
Controles en las calles 30
Por otro lado, el concejal Carbonell, tras advertirle desde Compromís de la necesidad de hacer controles de velocidad en las calles 30, ha admitido que “no se hacen controles de velocidad en este entorno”, según textuales palabras, y ha indicado que “dará instrucciones para que se hagan”, lo que para Grezzi “ha sido la constatación de lo que hemos denunciado en reiteradas ocasiones: que el gobierno de Catalá no estaba realizando hasta ahora ningún control de velocidad más allá que el que automáticamente hacen los radares fijos, lo que ha contribuido también a la sensación de impunidad de los infractores y al aumento de la inseguridad vial que estamos padeciendo”.