· Fuset cree que la falta de sanciones en Fallas demuestra que es necesario mejorar la ordenanza de contaminación acústica para hacerla más realista y efectiva, y presenta una alternativa al equipo de gobierno para su debate en el pleno.
El concejal de Compromís por València, Pere Fuset, ha anunciado hoy que su grupo municipal presentará una enmienda alternativa a la reforma puntual de la ordenanza de contaminación acústica aprobada por el gobierno municipal. El edil valencianista ha lamentado que la propuesta de reforma del gobierno de Catalá sea “un parche exprés, con un solo párrafo y en un único artículo, que solo intenta —sin éxito— contener las críticas falleras después de que el concejal de Fallas, Santiago Ballester, les vendiera una moto que no arranca”. Ha reclamado que cualquier mejora de la ordenanza pase “por el diálogo, la experiencia en su aplicación y el necesario equilibrio entre el derecho al descanso y la actividad realista de todo el tejido asociativo vecinal, festivo y cultural, durante todo el año”.
Así, la formación valencianista ha anunciado que, frente a “la inexplicable reforma incompleta de Catalá, que simplemente quiere eliminar los registradores de las carpas durante la semana fallera”, presentarán una propuesta alternativa “más completa”, que, combinando inspecciones municipales y la comprobación del respeto a los límites sonoros, “garantice que todas las actividades sonoras en la calle, por parte de todas las entidades vecinales, dispongan realmente de limitadores y que, en caso de incumplimiento, se denieguen futuros permisos”.
Para Fuset, “la experiencia nos lleva a pensar que no es tan fácil disponer de registradores como de limitadores, ni es efectivo aplicar los mismos requisitos a una gran discomóvil o una orquesta que al altavoz de un acto vecinal, la locución de una proclamación fallera o la ambientación musical de una fiesta de barrio”. Por ello, la propuesta alternativa de Compromís circunscribe la obligatoriedad de los registradores a las actividades sonoras que impliquen montajes de empresas de espectáculos, e introduce nuevos mecanismos de control, inspecciones y posibles sanciones en caso de incumplimientos para todas las actividades vecinales realizadas con medios propios, a las que se exigiría acreditar la aplicación de los limitadores antes de obtener el permiso y un compromiso firme sobre su uso.
Con esta propuesta, el Ayuntamiento podría comprobar, mediante inspecciones de técnicos municipales y policía local, que la información aportada sobre los limitadores —que también pasaría a ser pública para cualquier vecino— es correcta, y se abriría la puerta a expedientes de sanción que también podrían implicar la denegación de permisos durante un año en caso de incumplimiento.
Para Fuset, es imprescindible que tanto las Fallas como el resto del tejido asociativo avancen de forma decidida hacia un mayor respeto al descanso del vecindario, pero esto “será más fácil si hay requisitos realistas y verificables y no supuestas exigencias sobre el papel que terminan en nada cuando desde el propio gobierno se da la consigna de hacer la vista gorda”. Según el edil valencianista, “la inexistencia de sanciones demuestra que así ha sido, y si es necesario mejorar la ordenanza, hay que hacerlo de manera realista para garantizar su cumplimiento efectivo”.