La portavoz Papi Robles ha anunciado que presentará esta propuesta en el próximo Pleno municipal. Una moción que considera que debería ser aprobada por unanimidad de todos los grupos municipales: “el Ayuntamiento de València, como institución de referencia en la capital y como municipio afectado, donde han perdido la vida 17 personas, tiene el deber moral de rendir homenaje a todas las víctimas y expresar la solidaridad de la ciudad con sus familias y con todas las personas que se vieron afectadas por esta tragedia”.

Compromís propone instalar un monumento conmemorativo en un lugar destacado de la ciudad para recordar a las víctimas de la DANA y sensibilizar a la ciudadanía sobre la necesidad de prevenir y gestionar los efectos de los episodios climáticos extremos. También pide asignar el nombre de «Víctimas de la DANA 29 de Octubre de 2024» en una calle, plaza o espacio público de València, en recuerdo permanente de las personas que perdieron la vida en esta tragedia. Lo ha explicado la portavoz valencianista Papi Robles quien también ha instado a organizar desde el Ayuntamiento un acto de homenaje civil en memoria de las víctimas mortales de la DANA, en el que se invite a los familiares de las víctimas, representantes institucionales y miembros de la sociedad civil.

Robles ha avanzado que Compromís presentará estas medidas al próximo Pleno municipal y pide que sean aprobadas por unanimidad porque “es una moción institucional cuyo único objetivo es preservar la memoria de las víctimas de la DANA del 29 de octubre de 2024, un episodio de consecuencias catastróficas que, por desgracia, ha pasado a formar parte de nuestra historia colectiva. Esta tragedia ha provocado, lamentablemente, la pérdida de 222 vidas humanas, 17 de ellas en el término municipal de València, causando el desplazamiento de familias, la destrucción de infraestructuras y graves consecuencias para las actividades económicas y sociales, entre ellas las pedanías de Castellar-l’Oliveral, La Torre-Faitanar y Forn d’Alcedo”.

La portavoz de Compromís considera que “las víctimas mortales representan una pérdida irreparable para sus familias y comunidades, y su recuerdo nos obliga a reflexionar sobre la necesidad de seguir trabajando en la prevención y gestión de riesgos naturales, así como mantener vivo su legado como parte de nuestra memoria colectiva”.