• El concejal de la formación valencianista, Giuseppe Grezzi, llevará a la Comissió de Patrimoni la propuesta para que el gobierno muncipal revise todos los proyectos en marcha, y advierte que «tras el impacto de la DANA, sería imperdonable seguir como si nada hubiera pasado».
• “Cualquier nueva actuación en la ciudad debe estar adaptada para resistir una nueva realidad que requiere de la eliminación de todo el asfalto posible y de más espacio liberado para la renaturalización del suelo urbano, privilegiando el espacio para andar, ir en bici y el transporte público”, ha señalado.
La tragedia de la DANA, que ha afectado gravemente a decenas de municipios valencianos, y a la ciudad de València en sus pueblos del sur, “no solo ha puesto a prueba la capacidad de las instituciones públicas para hacer frente a las consecuencias negativas directas en términos sociales, económicos y materiales, sino que también debería suponer un punto de inflexión sobre cómo la ciudad se prepara para hacer frente a los efectos más devastadores del cambio climático y su vulnerabilidad, por desgracia ya demostrada” recuerda Grezzi. “Lo contrario, no hacer nada”, añade, “sería una temeridad”.
Sin embargo, como advierte Grezzi, los vecinos de València no han visto hasta ahora que el gobierno municipal —independientemente de su deficiente gestión en la jornada de la tragedia y las posteriores— haya tomado ninguna nota de lo sucedido y de cómo ha de ser el diseño urbano para que la ciudad sea más resiliente de cara a los futuros efectos y sucesos que pueda ocasionar el cambio climático. Un diseño urbano que tiene su punto de partida en el diseño de las plantas viarias que emanan del área de Movilidad Sostenible.
Por eso, desde Compromís propondrán en la próxima comisión de Patrimonio la revisión de todos los proyectos en marcha, algunos de los cuáles —paradójicamente— han sido modificados desde el acceso del Partido Popular al gobierno municipal para reducir los espacios verdes e introducir en su lugar más viales y zonas asfaltadas: una solución catastrófica en las zonas afectadas por la reciente dana.
Entre las propuestas de Compromís están la de revisar el proyecto de reurbanización de Pérez Galdós, eliminando el túnel para reducir el tránsito motorizado e incrementar el arbolado y las zonas verdes; recuperar la planta del Parque García Lorca sin ningún nuevo vial de tráfico motorizado, para extender al máximo la extensión continuada de zonas verdes; reactivar el rediseño de la reforma integral del eje de Xàtiva y Guillem de Castro, eliminando el túnel de Ángel Guimerá, reduciendo los carriles motorizados e incrementando las zonas peatonales y verdes; retomar la reforma integral de la Avda. del Puerto, rediseñándolo en base a la planta viaria elaborada por los técnicos del servicio de Movilidad; diseñar la planta viaria del Corredor Verd con los criterios de renaturalización, reducción de tráfico y asfaltado, mejorando la permeabilidad peatonal y ciclable y la fluidez del transporte colectivo; y revisar las plantas viarias de los PAIs del Grau y Benimaclet y rediseñar la avenida de Ausiàs March con los criterios ya mencionados.
“Cambiar los proyectos de la València verde impulsados durante dos legislaturas por el gobierno liderado por Compromís por otros que priorizaban el tráfico y el asfalto como hizo Maria José Catalá al asumir la alcaldía ya era una estupidez antes del 29 de octubre. Pero después del 29, es una temeridad y una locura. Ya sabemos cuáles son las consecuencias de ese modelo de ciudad gris, y el grado de indefensión en que dejan a sus vecinos ante eventualidades como la que acabamos de padecer y serán cada vez más frecuentes. Por eso los valencianos no podemos permitirnos gastar decenas de millones en hacer proyectos que nacen obsoletos para afrontar los retos del futuro y proteger a nuestros hijos y a las futuras generaciones”, resume Grezzi. Por eso, concluye, “confiamos en que Catalá y los suyos estarán por fin a la altura de las circunstancias, rectificarán y se sumarán a esta petición, como reclama ahora toda la ciudadanía”.