La coalición valencianista acusa a Catalá de impedir la implementación de esta medida que permitiría bonificar a los vecinos y vecinas la nueva tasa de residuos. Para el concejal Sergi Campillo, «Catalá no quiere aplicar bonificaciones a la nueva tasa de residuos porque quiere compensar la bajada de impuestos que empezó a aplicar en 2024 a las familias ricas de esta ciudad».
Compromís exige a Catalá el cumplimiento de las obligaciones establecidas en el contrato de limpieza y recogida de residuos, entre ellas, la instalación de 4.000 sensores de identificación de usuarios en los contenedores marrones de materia orgánica. El concejal Sergi Campillo explica que las tres empresas ganadoras de la licitación de este contrato ofrecieron estos 4.000 sensores, por lo que es de obligado cumplimiento porque forman parte de las ofertas ganadoras. Ahora bien, en una respuesta al Grupo Municipal, “el gobierno del PP y Vox confirma que, después de un año del inicio de la ejecución de los nuevos contratos que dejamos adjudicados el gobierno anterior de Compromís, todavía no tienen los sensores, lo que supone un incumplimiento de la Ley de Contratos, que es muy clara porque las ofertas ganadoras forman parte del contrato y es obligatorio su cumplimiento”, como explica Campillo.
Esta identificación, como asegura el concejal valencianista, es fundamental para poder bonificar la nueva tasa municipal de residuos que se ha implementado en este 2025 par aquellas familias y empresas que lo hacen bien en la separación de sus residuos y, de hecho, es una recomendación del propio Ministerio de Hacienda en el documento “Cuestiones relevantes en relación con el establecimiento y la gestión de la tasa local de residuos sólidos urbanos”. Sergi Campillo considera que «Catalá no quiere hacer cumplir los contratos de limpieza y recogida de residuos para no aplicar estas bonificaciones y compensar así la bajada de impuestos que sí ha hecho para las familias ricas de esta ciudad».
“Desde el principio, la intención de Catalá fue compensar la bajada de impuestos que ha beneficiado a las personas ricas de la ciudad con el establecimiento de la tasa municipal de residuos. El gobierno municipal sabía que en 2025 debía implementarse esta nueva tasa y aprovechó para bajar impuestos a las familias más adineradas de la ciudad. Éste es el motivo por el que no quiere implementar las bonificaciones a las familias que separan correctamente sus residuos y, por ello, no quiere hacer cumplir los contratos de limpieza y residuos que preveían la instalación de dispositivos para identificar a los usuarios de los contenedores de materia orgánica”. El concejal de Compromís afirma que “este es el gran engaño de Catalá: bajar impuestos a los más ricos y compensarlo con una tasa que paga igual a una familia de renta alta con una que tiene rentas más bajas y que además, no promueve la correcta separación de residuos porque no bonifica a quien lo hace bien. Catalá es como Robin Hood pero al revés: quita dinero a los pobres para darlos a los ricos”.