· Se trataría de una actuación con elementos de señalización y otros elementos físicos, como las que Giuseppe Grezzi realizó con Movilidad Sostenible las dos pasadas legislaturas y que consolidaron las peatonalizaciones de las plazas del Ayuntamiento o el Mercado, entre otras.
· “València está preparada para funcionar transformando esta autopista urbana y ganando espacio público de calidad: impulsar el cierre del túnel en lugar de postergarlo lo demostraría”, apunta Grezzi.
“Garantizar el éxito de la renaturalización de la avenida Pérez Galdós”. Ese es, según indica su propio título, el fin de la propuesta que Compromís llevará en forma de moción al pleno municipal del Ayuntamiento de València de la próxima semana y que se concreta en el cierre del túnel con anterioridad al inicio de las obras que tendrán lugar en la misma. La formación valencianista lo hace después de que el actual gobierno municipal liderado por María José Catalá torpedease desde la llegada de ésta a la alcaldía el proyecto de renaturalización de la avenida trabajado la pasada legislatura y que suponía el fin del uso de la misma como autopista urbana y la desaparición del túnel.

En su lugar, PP y Vox plantean una reurbanización manteniendo todo el tráfico que la avenida soporta en la actualidad, que califican de ‘primera fase’, mientras aseguran que “más adelante abordarán el cierre del túnel”. “Pero si la voluntad real es cerrarlo, ¿por qué no empezar ya? ¿Por qué exponer el vecindario en un caos circulatorio cuando empiezan las obras, si podemos actuar ahora para redirigir el tráfico y evitar problemas mayores?” se preguntan desde Compromís en la moción presentada hoy.
Giuseppe Grezzi es claro al respecto: “para cerrar el túnel no hacen falta operaciones espectaculares sino determinación y capacidad de gestión. De hecho, habrá que hacerlo cuando se inicien las obras de la avenida. Entonces,¿por qué no hacerlo ahora y comprobar si la ciudad puede o no vivir con normalidad sin el túnel y el tráfico de Pérez Galdós y Giorgeta?”. Y es que, como recuerda Grezzi, una intervención como esta, con elementos de señalización y otros elementos físicos, no solo no es ninguna rareza, sino que ya se ha experimentado con anterioridad en València.
“¿Cómo si no empezó la peatonalización de las plazas del Mercat y la Llotja, la de Sant Marcel·lí o se liberó la misma Plaça de l’Ajuntament? Había quien aseguraba que eran inviables pero las propusimos, se trabajaron junto a los técnicos municipales, se probaron y ahora nadie dice que haya que revertir el tráfico sobre ellas. ¿Por qué no hacer lo mismo con el túnel de Pérez Galdós? ¿Quién ha de temer que se demuestre que es una infraestructura obsoleta y propia de un modelo de ciudad tercermundista? València está preparada para funcionar sin el túnel mientras mantenerlo, además de una decisión política antihumana, es un desperdicio de dinero público descabellado”, resume Grezzi.
Atendiendo a todo ello, la moción de Compromís propone inhabilitar el túnel de Pérez Galdós para el tráfico motorizado privado antes del inicio de las obras de renaturalización de la avenida, manteniéndolo como máximo para uso del transporte público y servicios de emergencia con la intención de preservar la salud y el bienestar del vecindario, evitar un caos circulatorio en la avenida y poner a prueba la medida de cierre. Para ello, añaden, se implementaría antes del inicio de las obras un plan de reorganización del tráfico que permita redirigir de manera ordenada y progresiva el tráfico de que actualmente utiliza las avenidas hacia otras vías de la ciudad.
Todo, además, garantizando que el proyecto cumpla con los requisitos ambientales exigidos por la subvención europea NextGeneration, aplicando todas las medidas necesarias para la reducción real del tráfico motorizado, de las emisiones de gases contaminantes y del ruido; e informando con transparencia a la ciudadanía sobre los objetivos, fases y beneficios del proyecto de renaturalización, así como de las medidas adoptadas, para fomentar el apoyo social y la corresponsabilidad ciudadana.