- Compromís alerta del creciente malestar de los profesionales del diseño, a partir de la última queja del sector por un concurso convocado por la Junta Municipal de Ciutat Vella “con condiciones denigrantes y un premio irrisorio”
“València convoca un concurso con condiciones denigrantes y un premio irrisorio que reabre el debate sobre la precarización del diseño”. Con esas palabras definía esta semana la publicación especializada Gráffica.info el último concurso de diseño organizado desde el Ayuntamiento de València presidido por María José Catalá y que supone el enésimo enfrentamiento del PP y Vox con el sector, tras las polémicas suscitadas con la exclusión de asociaciones profesionales del cartel de Fallas 2026 o la contratación municipal de carteles realizados con inteligencia artificial.
El concurso “para crear la imagen gráfica de lugares y personajes históricos de Ciutat Vella” obliga a los participantes a realizar un logotipo con manual de marca —con gama cromática, proporciones, áreas de respeto, convivencia con otras marcas y ejemplos de aplicación en soportes digitales e impresos—, el diseño de un modelo de placa adaptable para más de 70 ubicaciones, o la aplicación de la identidad a tres rutas culturales. O lo que viene a ser lo mismo, un trabajo completo para poder optar a ganar 1.500 euros, pero más que posiblemente a cambio de nada. Lo que la Red Española de Asociaciones de Diseño (READ) califica como ‘concurso especulativo’.
“El uso de prácticas especulativas, en las que se solicitan trabajos de diseño sin remuneración, perjudica directamente al sector creativo, pero, también, a quien las propone” aseguran desde READ en su ‘Decálogo ético para la práctica del diseño’ suscrito e impulsado por la Asociación de Diseñadores de la Comunidad Valenciana.
“Sin embargo, es el modelo favorito de María José Catalá y su equipo”, señala la portavoz de Compromís per València, Gloria Tello. “Este caso se suma a otros encargos y contratos municipales que han supuesto un desprecio evidente a los profesionales del diseño durante este mandato. Y lo cierto es que no entendemos por qué, especialmente a la vista de los resultados que la inversión en diseño, más allá de la capitalidad de 2022, dio a nuestra ciudad en los dos pasados mandatos”.
El salto cualitativo que dio València entre 2015 y 2023 “fue real”, sostiene Tello, “pero los diseños y cartelería con que se acompañó cada paso ayudaron a la ciudad a materializarlo, a darle una imagen inequívoca. Y eso siempre se hizo de la mano de los profesionales, con los que los que se trabajó siguiendo unos criterios éticos de contratación”.
El diseño, sostiene la concejala de Compromís, “no es adorno prescindible; es un elemento crucial que no solo vincula a una pluralidad de sectores productivos y culturales de la ciudad, y constituye una apuesta por la creatividad y la mejora de la gestión pública”.
Por ese motivo, Compromís per València exige a Catalá que el gobierno municipal vuelva a aplicar condiciones laborales dignas que supongan un reconocimiento al sector. “Es imprescindible dejar de lado prácticas abusivas que denigran la profesión y que suponen un menosprecio a los y las grandes profesionales del mundo del diseño con los que contamos en nuestra tierra, reconocidos nacional e internacionalmente”, finaliza Tello.