- Compromís señala cómo el gobierno municipal no ha protegido ni un solo día de los infractores en moto las zonas peatonales reurbanizadas junto a la plaza de Toros, en consonancia con su política de “tolerancia total a las miles de motos que circulan y estacionan en los espacios exclusivos para peatones de València”.
- La formación valencianista exige a Catalá el inicio inmediato de una campaña para garantizar la protección de los espacios peatonales del estacionamiento ilícito aprovechando este “desafío de los infractores”.
Ocho años largos después de que la concejalía de Movilidad, bajo la supervisión del concejal de Compromís Giuseppe Grezzi, ampliara el espacio peatonal en la calle Xàtiva y Guillem de Castro coincidiendo con su ejecución del Anillo Ciclista, el servicio de Urbanismo del Ayuntamiento ha consolidado parcialmente esa ampliación. Se trata exclusivamente del tramo ubicado frente a la Plaza de Toros, aunque quedan sin hacer centenares de metros cuadrados muy próximos en Guillem de Castro, San Vicente y la calle Russafa. “Nadie habría entendido que no se reurbanizase este tramo desaprovechando la actuación de la calle Alicante”, señala Grezzi, “pero que se siga sin acometer el resto, cuando se trata de una actuación con un coste irrelevante en comparación con los beneficios que genera, evidencia que la movilidad peatonal es tan importante para el PP como lo era en su día para el PSOE, que tampoco amplió esas aceras en los seis años que pudo hacerlo”.

En todo caso, como el propio Grezzi denuncia hoy, la falta de protección de aceras y plazas, y los peatones por parte del actual gobierno municipal ha alcanzado una nueva cota al amanecer las nuevas zonas peatonales, apenas estrenadas, ya invadidas por motocicletas estacionadas incumpliendo la ordenanza de movilidad de la ciudad. Como el propio texto normativo indica, las motocicletas pueden estacionar sobre aceras y plazas excepcionalmente si se dan algunas circunstancias (artículo 80), pero pocos son los espacios en la ciudad donde estos se den a pesar de lo que sugieran los miles de motocicletas estacionadas ilegalmente a lo largo y ancho de la ciudad. En el caso de las motos estacionadas ya en este espacio de Xàtiva, por ejemplo, la imposibilidad de aparcar a menos de un metro de distancia de un carril bici (en este caso el anillo ciclista) ya impide ese estacionamiento.
“No obstante, durante dos años parece que Catalá y el concejal Carbonell han dado órdenes a los agentes de policía de ignorar la ordenanza, por lo que los infractores no temen consecuencia alguna a desobedecer la ley. Si Catalá protegiera a los ciudadanos e hiciera cumplir las normas nadie se expondría a una multa y el pago de la grúa, pero como durante dos años se ha permitido a centenares de motos aparcar en ese mismo lugar a las motos bajo una señal que lo prohibía expresamente, hoy los infractores han ido a estrenarla”, lamenta Grezzi.
“Desafío de los infractores”
La normativa respecto al estacionamiento y circulación de motos por las aceras y espacios peatonales en València es clarísima: la circulación está totalmente prohibida (citando la ordenanza: “el acceso a las aceras en las que esté permitido el estacionamiento de motocicletas y ciclomotores de dos ruedas, se realizará con el motor apagado, nunca con el motor en marcha. Circular en moto por las aceras está totalmente prohibido. La salida de las mismas se realizará también con el motor apagado y solo se podrá poner en marcha una vez se esté sobre la calzada”) y las excepciones para estacionar (“en ningún caso estará permitido estacionar en las aceras de anchura inferior a 3 metros”, “siempre a más de 3 m. de los límites de un paso peatonal o de una parada de transporte público y a más de 1 m. de un carril bici”, “prohibido el estacionamiento junto a las fachadas, y en ningún caso obstruyendo puertas, ventanas, escaparates o espacios similares”, etc.) garantizarían la protección de los peatones en la ciudad.
Pero como observa Grezzi, “aunque los motoristas mayoritariamente las cumploen, sorprendentemente son ignoradas a diario por otros miles con el visto bueno de Catalá y su concejal de policía, que incumple con una mano lo que su otra mano ordena, convirtiéndose en el primer infractor de la ciudad”. Por ese motivo, y con el simbolismo de este “desafío de los infractores al gobierno municipal” como punto de partida, desde Compromís exigen a Catalá el inicio inmediato de una campaña para garantizar la protección de los espacios peatonales del estacionamiento ilícito. “Catalá no debe limpiar este espacio de jetas, porque sea un escándalo la burla que le están haciendo. Debe hacer cumplir las ordenanzas en toda la ciudad y proteger a los peatones en todos los barrios. Lo demás, seguir con su carta blanca a los infractores, solo podría leerse como un trato entre iguales, un pacto entre corruptos. Y València y los valencianos no nos merecemos volver a esos tiempos del pasado”, concluye Grezzi.