- A menos de 10 días de la primera función programada, el gobierno municipal de PP y Vox todavía no ha denegado la licencia al Circo de Navidad por el uso ilegal de animales silvestres ignorando los acuerdos municipales, denuncia Compromís.
- Tello: “Ya teníamos claro que a Catalá el bienestar de los animales le daba igual, pero desconocíamos que tampoco le importa el de los consumidores”.
Pese a las denuncias públicas desde hace semanas por parte de asociaciones de defensa de los derechos de los animales y del grupo municipal de Compromís recordando las normativas y acuerdos estatales y municipales que imposibilitan su desarrollo, la empresa del Circ de Nadal continúa la venta de entradas para sus espectáculos que prevén empezar el próximo 28 de noviembre y se anuncian con el uso ilegal de animales.

Compromís ya advirtió hace semanas al gobierno municipal e hizo pública su denuncia con la intención de que el ejecutivo que dirige María José Catalá parara males mayores dirimiendo la situación y dejando claro que en València, con la normativa estatal al respeto y los acuerdos vigentes desde el gobierno del Rialto, no se puede dar licencia de actividad a ninguna empresa que perpetúe la tortura animal como espectáculo infantil en la ciudad. En cambio, y a pesar de que su portavoz reconoció que efectivamente toda esa legislación está en vigor, el gobierno municipal todavía no ha denegado la licencia al circo, que continúa vendiendo entradas y ya ha agotado las entradas para sus funciones para el primer fin de semana, con las molestias que supondrá para los espectadores una suspensión que, según la concejal de Compromís Gloria Tello, “tendrá que llegar sí o sí”.
Y es que como recuerda la coportavoz de Compromís por València y extitular de Bienestar Animal en el gobierno de Joan Ribó, la autorización de este circo va en contra de la legalidad en curso. De hecho, la Junta de Gobierno Local de septiembre de 2015 subscribió una moción para impedir que el Ayuntamiento de València concediera la “licencia de realización de ninguna actividad ni espectáculo público con animales salvajes, así como que tampoco se conceda licencia ferial que haga uso de animales salvajes o no salvajes”. Y como señala Tello, a diferencia del acuerdo similar para impedir en València acontecimientos de “bou embolat” que Catalá tumbó solo llegar a la alcaldía, este para impedir los circos con animales no ha sido derogado.
Además, la utilización de animales silvestres para un espectáculo es ilegal, puesto que la presencia de estas especies silvestres vulnera de forma directa el artículo 25.e) de la Ley 7/2023, que prohíbe expresamente el uso de fauna silvestre en espectáculos circenses en todo el territorio del Estado.
Los profesionales del circo, también en contra
Asimismo, la Asociación Valenciana de profesionales del circo también ha hecho pública su oposición a la utilización de animales en los espectáculos circenses y a la vuelta de esta práctica en la ciudad de València. La asociación que reúne más de 135 compañías, centros de formación y espacios de creación del ámbito del circo ha manifestado que “los espectáculos de circo en los cuales se utilizan animales como divertimento, ridiculización y muestra del “triunfo” humano al dominar un animal salvaje (el cual tendría que permanecer en su hábitat natural), no son más que una muestra de la carencia de empatía hacia cualquier forma de vida en el siglo en el que vivimos, mostrando una sociedad que deshumaniza, que cosifica seres vivos con sentimientos, convirtiendo a estos animales en objetos de uso y abuso”.
Pero, a pesar de la avalancha de motivos para haber denegado la licencia de actividad, el gobierno de PP y Vox encabezado por María José Catalá todavía no lo ha hecho y la empresa continúa vendiendo entradas para un espectáculo legalmente imposible de celebrar a estas alturas en la ciudad. “Ya teníamos claro que a Catalá el bienestar de los animales le da igual, pero desconocíamos que tampoco le importa el de los consumidores”, comenta Tello al respecto de las molestias que anular con tanta precipitación una actividad de ocio puede generar en aquellos que todavía hoy pueden acceder a comprar entradas.
“El Ayuntamiento tiene la obligación de denegar la autorización para el circo con animales. Permitir este espectáculo sería una vulneración flagrante de la legislación y de la propia normativa y acuerdos municipales, con posibles sanciones de hasta 200.000 euros para los promotores”, recuerda Tello. Pero añade que, más allá de esto, “València tiene que dar un ejemplo de ética y respeto animal, no ser cómplice de unas prácticas obsoletas que vulneran los derechos de los animales y de seguridad pública. Catalán ya está avergonzado a los valencianos y valencianas haciendo retroceder València en muchos aspectos. Esperamos que este no sea un más”.