• La coalición valencianista reivindica la proximidad como eje de vida en las calles y la necesidad de proteger la esencia de los barrios frente a la turistificación y los altos precios del alquiler

Compromís per València ha presentado esta mañana su tradicional campaña de apoyo al comercio local a las puertas de la Navidad, una iniciativa que la coalición valencianista impulsa desde hace más de diez años para reforzar el tejido comercial de barrio y poner en valor un modelo de ciudad arraigado, vivo y con identidad propia.

La presentación se ha celebrado en Arribada Llibres, un proyecto cultural y comercial en el corazón de la ciudad que, según ha destacado la portavoz Papi Robles, representa perfectamente el modelo de comercio que defiende Compromís. Robles ha agradecido que la librería haya abierto sus puertas para acoger el acto y ha puesto en valor su capacidad para crear comunidad, dinamizar el barrio y generar actividad cultural más allá de la venta.

La campaña de este año vuelve a contar con el trabajo del ilustrador valenciano Cesc Roca, autor del cartel por segundo año consecutivo. El lema elegido, “El pueblo salva el comercio local”, lanza un mensaje directo a la ciudadanía. Robles ha remarcado que comprar en el barrio “no es solo un gesto cotidiano, sino también un acto colectivo con impacto social y político, porque sin la implicación de la gente el comercio de proximidad no puede sobrevivir”.

Carteles y reparto de naranjas

La iniciativa incluye el reparto de carteles entre los comercios de la ciudad para que luzcan en los escaparates durante la Navidad, con un mensaje en el reverso que invita a reflexionar sobre la importancia de hacer barrio. Además, el segundo partido de la ciudad llevará a cabo acciones en los barrios con el reparto de naranjas valencianas —hoy mismo en Torrefiel—, una forma simbólica de defender también el consumo de productos de proximidad y el apoyo a los agricultores.

Durante la presentación, Robles ha reivindicado el compromiso de Compromís con hechos concretos y ha recordado que fue un gobierno de Joan Ribó quien impulsó los bonos de comercio municipales, una medida real y efectiva que tuvo una gran acogida entre el vecindario y el pequeño comercio. Según ha señalado, “esta es la diferencia entre ayudar con políticas públicas útiles o limitarse a discursos vacíos”.

La portavoz del primer partido de la oposición también ha alertado de las amenazas que planean sobre el comercio local, “como la presión de las grandes superficies, la proliferación de franquicias, el aumento descontrolado del alquiler de los bajos comerciales o la transformación de locales en apartamentos turísticos”. Ante este escenario, ha recordado que Compromís trabaja para limitar los precios del alquiler y para frenar la expansión de los apartamentos turísticos en la ciudad.

Por su parte, el concejal Ferran Puchades ha contrapuesto el modelo de ciudad que defiende la derecha, basado en una València franquiciada y convertida en un parque temático, con la apuesta clara de Compromís “por unos barrios donde se pueda vivir, trabajar y emprender”. “Defender el comercio local —ha explicado— es defender los barrios, la identidad y el futuro de València”, y por ello ha hecho un llamamiento a la ciudadanía para que esta Navidad compre en el barrio y apueste por el comercio de proximidad, porque el pueblo salva el comercio local.