Consol Castillo propone al Ayuntamiento recuperar edificios históricos abandonados para que entidades sin ánimo de lucro los autogestionen para realizar actividades sociales, culturales y de ocio
Después del fatal incendio ocurrido en Bombas Gens, Compromís ha exigido al Ayuntamiento de Valencia a que imponga la máxima sanción, por negligencia y abandono de un edificio protegido, a sus propietarios. Para después expropiar la antigua fábrica modernista debido al impago de impuestos, sanciones y obligaciones, limpieza y mantenimiento básicamente, asumidas por el Ayuntamiento en los últimos años.
Desde Compromís han destacado que el edificio era propiedad de Bankia, y que en los últimos meses ha pasado a la SAREB, el conocido como “banco malo”. Estas entidades han sido capitalizadas con fondos públicos y son propiedad del Estado, por lo que han exigido responsabilidades y una solución, que necesariamente tendría que pasar por la transmisión de la propiedad al Ayuntamiento de Valencia. Una vez la propiedad sea municipal, desde Compromís han exigido que el Ayuntamiento se encargue de recuperar el espacio del edificio protegido para ponerlo a punto para su uso.
Consol Castillo ha propuesto un modelo de autogestión para los edificios históricos abandonados de la ciudad, como el de Bombas Gens, tal como hacen en otras ciudades. Este modelo consistiría en una vez el consistorio recupere el patrimonio protegido, ofrecer el espacio a diferentes entidades sin ánimo de lucro del barrio para que realizan actividades culturales, sociales y de ocio, sin ningún coste para el Ayuntamiento y que las entidades mantengan el edificio y se autofinancian con sus actividades.
Este modelo de autogestión de espacios públicos surgió en los años 80 en ell centro de Europa en ciudades como Ginebra o Copenhague, como un modelo alternativo de gestión de los edificios abandonados y como divulgador de nuevas tendencias culturales. Desde Compromís han destacado que en los últimos años en ciudades españolas han surgido proyectos autogestionados, debido a la crisis y las dificultades presupuestarías para hacer frente a la recuperación de edificios abandonados y a la oferta de diferentes servicios culturales, sociales y de ocio que exigen los ciudadanos. Así en Madrid ha surgido el proyecto de “la Tabacalera” a un espacio cedido por el Ministerio de Cultura y en Zaragoza se está habilitando “la Harinera” en un edificio protegido expropiado por el Ayuntamiento después de que se declarará en estado de abandono.
Consol Castillo, regidora de Compromís, ha declarado: “No podemos permitir que el patrimonio de los valencianos se derrumbe por la pasividad de nuestras instituciones. Ha llegado el momento de buscar modelos alternativos, que permitan a los movimientos sociales y culturales desarrollar proyectos ciudadanos en nuestros barrios basados en la autogestión y a coste cero para el Ayuntamiento.”
Escucha el audio: Consol Castillo